Comunidad Valenciana
Cretaprint prevé crecer un 35% en su primer año con la multinacional EFI
"Hemos apostado por la tecnología inkjet, la impresión digital, que está revolucionando la industria cerámica y es el futuro". Así explicaba en julio el presidente de Pamesa, Fernando Roig, una de las claves de la recuperación de su grupo azulejero.
Para el director de Operaciones de EFI-Cretaprint, Sergio Cepriá, la impresión digital "ya no es el futuro, sino el presente", un presente que se ha traducido en una de las mayores operaciones corporativas del año en la Comunidad Valenciana, la compra de Cretaprint por parte del grupo estadounidense EFI por 40 millones de euros, el pasado mes de enero.
El éxito de la tecnología de impresión digital desarrollada por la empresa castellonense disparó sus ventas desde 9,5 millones de euros en 2009 a 37,3 millones el año pasado, con una previsión de crecer un 35 por ciento más este año, hasta los 50 millones de facturación. Tres cuartas partes de las ventas las realiza en el extranjero.
Cretaprint es una de las dos empresas españolas que, junto a la italoalemana Durst, han protagonizado la revolución en la industria cerámica de todo el mundo al desarrollar maquinaria para la impresión digital de imagen en baldosas y azulejos, tecnología que está sustituyendo a marchas forzadas la de las rotativas.
Fundada en 1997 por dos ingenieros, un técnico ceramista y los hermanos Víctor y David Blasco, socios mayoritarios, su proyecto inicial era desarrollar máquinas rotativas que jubilaran la tecnología de pantalla plana que se usaba para colorear las baldosas. "En 2005 detectamos que había un cambio tecnológico y decidimos que había que cambiar de la tecnología analógica a la de impresión digital, a pesar de que nos iba muy bien", explica Cepriá.
El director de Operaciones de la compañía reconoce que Kerajet, su gran competidora -ambas están en la localidad de Almazora (Castellón)-, fue la primera que trabajó con esta tecnología a partir del año 2000, aunque fue Durst en alianza con la española Torrecid la que se apuntó el primer éxito comercial en 2005.
Cretaprint presentó su primera máquina de inyección digital en 2008, año en el que empezó la crisis para las azulejeras, pero no para estas tres firmas de maquinaria, que posibilitaron la reconversión tecnológica que necesitaban muchas empresas, como reconocía el presidente de Pamesa.
"El boom vino en 2009, cuando solo éramos tres jugadores, y continúa, aunque ahora somos más, porque ya hay tres o cuatro en Italia y ocho o nueve en China", afirma Cepriá. La empresa calcula que el 75 por ciento del mercado está copado por Cretaprint, Kerajet, Durst.
Muchas ventajas
El desarrollo de esta tecnología en Castellón ha favorecido a la industria española de la cerámica, que fue la primera en probarla. Es el caso de la nueva máquina que Cretaprint presentará en Tecnargilla, la feria del sector de la maquinaria, a final de mes en Rímini (Italia), que ya funciona en una empresa azulejera española.
Según Cepriá, "hay mucha expectación por las novedades que se van a presentar en tecnología inkjet, y ahí sí que ha habido un cambio, antes a las empresas había que convencerlas de lo bueno de esta tecnología y ahora vienen convencidas".
Algunas ventajas son el ahorro en útiles de impresión, como rollos de silicona; que no hay roturas de piezas, ya que no se tocan al imprimir; que el tono es único y uniforme; que el desarrollo de cada serie es mucho más rápido, y que se pueden hacer tiradas más cortas, incluso personalizadas para un solo cliente, ya que antes un cambio de modelo costaba dos o tres días y ahora se puede hacer en dos horas.
Además del ahorro de costes, las azulejeras pueden diseñar y cambiar colecciones según los gustos de cada país, en lugar de los modelos de la era analógica, que podían durar 10 años en catálogo.
Una de las diferencias de EFI-Cretaprint respecto a sus dos grandes competidores, según su director de Operaciones, es que no está vinculado a ningún fabricante de colores, por lo que "las esmalteras son prescriptoras nuestras". Kerajet está participada por Ferro, una de las grandes del sector esmaltero, y Durst se asoció a Torrecid, aunque hace un año rompió la exclusividad para permitir que sus clientes eligieran el proveedor de tintas.
La vendieron por hasta 40,5 millones
La multinacional norteamericana Electronics For Imaging (EFI) se fijó en Cretaprint hace dos años, al ser complementaria de sus negocios de impresión, y formalizó la compra de cien por cien el pasado mes de enero. Pagó 31 millones de dólares (24,1 millones de euros) en un primer plazo y desembolsará un variable de hasta 21 millones de dólares (16,4 millones de euros) en función de los resultados de Cretaprint en 2012 y 2013.
Fundada en San Francisco hace 20 años con el objetivo de participar en los mercados de impresión de todo el mundo en todos los segmentos, EFI ha crecido en los últimos años gracias a la adquisición de empresas como Vutek (en 2005), líder mundial en impresiones de gran formato; Jetrion (2006), líder en envases de inyección de tintas, y la australiana Prism (2011), dedicada al software para máquinas de impresión y embalaje industrial. Además es proveedora de software y gestiona los motores de producción de impresión en color de compañías como Xerox, Canon, Ricoh y Konica Minolta.
El grupo, que cotiza en el Nasdaq, cerró 2011 con una facturación de 591,6 millones de dólares (460 millones de euros) y un beneficio neto de 53,1 millones de dólares (41,3 millones de euros). Su plantilla es de 1.400 personas, de las que 138 personas trabajan en Cretaprint.
La adquisición por parte de EFI apenas ha supuesto cambios en la empresa española. El equipo directivo continúa siendo el mismo. Sergio Cepriá destaca las sinergias en la capacidad de compra y en la parte técnica y de desarrollo. "De cara a competir con empresas como Durst y System, ahora somos mucho más fuertes tecnológica y financieramente", explica.
También a la hora de expandirse, aunque Cretaprint ya llevaba mucho camino recorrido en el momento de la compra, con oficinas propias en China, Italia, Polonia y México, y agentes en Malasia, Indonesia, India y Turquía. Estas oficinas son de venta, formación y mantenimiento. Además, la empresa ofrece desde Castellón asistencia monitorizada, ya que tiene acceso on line al software de las más de 1.700 máquinas instaladas en todo el mundo.