Comunidad Valenciana
El Villarreal lanza una oferta pública de 27 millones sin folleto en la CNMV
El Villarreal Club de Fútbol ha resuelto sus problemas de endeudamiento mediante una ampliación de capital de 138,4 millones de euros, pero lo ha hecho mediante un atajo que puede costarle caro si se demuestra que ha vulnerado la Ley del Mercado de Valores.
En concreto, el club que preside Fernando Roig ha realizado una oferta pública de suscripción de acciones (conocida en el mundo financiero con las siglas OPS) dirigida a todo el mundo sin haber registrado en la CNMV un folleto informativo que debe ser aprobado por este organismo.
La ampliación de capital de 138,4 millones, aún en marcha, consta de dos tramos. El primero, de 111,6 millones, ha sido suscrito en su totalidad por Fernando Roig mediante una capitalización de un préstamo participativo que había hecho al club para evitar más endeudamiento bancario.
Los otros 26,8 millones se ofrecieron en primer lugar a los actuales accionistas, que son apenas 2.000 personas, y posteriormente a los aficionados en general. Durante el mes de julio se anuncia en la web del club que cualquiera puede comprar títulos, sin límite mínimo, a 60,1 euros por acción, que coincide con el valor nominal. Hasta la fecha se han suscrito unos dos millones, según el club.
Fuentes de la CNMV rehusaron opinar sobre el caso y explicaron que las excepciones para evitar la obligatoriedad de registrar un folleto en una OPS están recogidas en el artículo 30 bis de la Ley del Mercado de Valores. Estas excepciones son que la emisión no supere los 2,5 millones de euros, que la oferta se dirija a menos de 100 personas o a inversores cualificados, o bien que el valor nominal de las acciones sea de al menos 50.000 euros. Esta última es la que utilizó Nueva Rumasa para evitar pasar sus OPS por la CNMV. Fuentes jurídicas consultadas por elEconomista coinciden en que la lista es cerrada y el Villarreal no parece estar en ninguno de estos supuestos.
Es algo "sentimental"
Desde el club respondieron, por escrito, que "la ampliación se está realizando conforme a la legislación vigente". El consejero Manuel Pérez Ferrer afirmó que la sociedad no está sometida a la normativa del mercado de valores, algo que rebaten los especialistas consultados, que afirman que la ley obliga a toda empresa que haga una emisión.
A una llamada para saber dónde podían los futuros accionistas consultar las cuentas del club, la respuesta fue que en el Registro Mercantil. Allí, las últimas cuentas depositadas corresponden al ejercicio finalizado el 30 de junio de 2009. Se trata, pues, de una atípica ampliación en la que los interesados ni siquiera pueden ver las últimas cuentas (2010) de la sociedad donde se les invita a invertir. Como explicó Fernando Roig recientemente, se trata de "una oportunidad para todos aquellos que quieran formar parte del club, es algo más sentimental que económico".
La operación permitirá al Villarreal mejorar sus fondos propios, que eran de sólo 1,13 millones -con 692.000 euros de capital social- y reducir su endeudamiento.
Una situación envidiable
Con independencia de la respuesta de los aficionados, la situación del Villarreal al acabar la ampliación será envidiable en comparación con la del resto de clubes de fútbol valencianos. Si se suscribiera toda la ampliación, el capital social quedaría en 139 millones de euros y la deuda con los bancos en 16,9 millones a largo plazo y 22 millones a corto, "todos amparados con contratos de televisión", según el consejero Manuel Pérez Ferrer. No obstante, es improbable que se cubra toda la ampliación, ya que quedan dos semanas y 25 millones por suscribir.
El beneficio neto que obtuvo el Villarreal CF en el ejercicio 2008-2009, último con cuentas depositadas en el Registro Mercantil fue de 96.435 euros. La facturación fue de 71,29 millones, casi el doble que la temporada anterior gracias a que el equipo jugó la Champions League y llegó a cuartos de final. De esos ingresos, 26,8 millones fueron por derechos televisivos.
Sus cuentas están mucho más saneadas que las de su rival regional, el Valencia CF, que acaba de acordar con Bancaja-Bankia una prórroga de un año de un credito de 240 millones que está garantizado por los terrenos y derechos inmobiliarios del estadio de Mestalla, que el club tiene en venta por ese importe como mínimo.
La deuda total de la sociedad que preside Manuel Llorente se ha reducido la pasada temporada hasta 368 millones, a la que habría que añadir la de su principal accionista, la Fundación Valencia CF, que recibió un préstamo de 74 millones, también de Bancaja, para suscribir una ampliación de capital hace dos años. La Fundación intentó el año pasado lanzar una OPV para colocar parte de estas acciones entre la afición, pero tuvo que limitarla a 2,5 millones de euros para evitar tener que pasarla por la CNMV.
Mucho peor es la situación del Hércules, propiedad del empresario Enrique Ortiz, que acaba de declararse en concurso de acreedores, y la del Castellón, el Alicante y el Benidorm, que descendieron de categoría hace tres semanas por impago a sus jugadores, aunque el Castellón podría volver a Segunda B por renuncia de otros clubes.