Comunidad Valenciana

El Gobierno valenciano asume el suelo municipal para cerrar el rescate de Feria Valencia

  • Creará un empresa pública tras asumir 500 millones de deuda pendiente
  • Aún se debe definir el modelo de gestión de la actividad ferial

elEconomista.es

Fumata blanca tras varios años a la refundación y rescate de Feria Valencia por parte del Gobierno valenciano, que era quien en la práctica había evitado la quiebra del recinto ferial al asumir el pago de la deuda con la que se financió su ampliación.

El alcalde de Valencia, Joan Ribó, y los conselleres de Hacienda y Economía, Vicent Soler y Rafael Climent, han sellado un acuerdo por el que el consistorio cederá el suelo y sus derechos a la Generalitat mediante la fórmula de una "mutación demanial externa". Según Ribó, este acuerdo que supone ceder los terrenos hasta 2051 no supone una pérdida de patrimonio para el municipio.

La mutación demanial contempla que el suelo se tiene que destinar en su mayoría a la actividad ferial, aunque se permitirán otras complementarias en parte de él, Si se incumpliera, los terrenos reverterían al consistorio. El acuerdo ahora deberá ser ratificado mediante un convenio que deben aprobar ambas administraciones.

La intención es ahora convertir Feria Valencia, que se movía en un complejo marco legal a medio camino entre el sector público y privado por su condición de fundación fundada por el Ayuntamiento de Valencia y sostenida financieramente por la Generalitat, pero con una actividad privada, en una empresa pública. A través de ella se asumirán tanto las instalaciones para la actividad ferial como la deuda heredada, donde aún se debe hacer frente a 500 millones de euros de los 1.000 millones que supuso la ampliación del recinto, según aseguró el conseller Vicent Soler.

Hace unas semanas, Hacienda logró el visto bueno de los bonistas para subrogarse la deuda pendiente, que se sumó al de las entidades financieras.

Inyección urgente

Pese a que esta solución se había planteado hace años, la crisis por la pandemia ha provocado que tras un año prácticamente sin actividad la situación de Feria Valencia se haya deteriorado drásticamente. Un informe alertaba de que si no se aportaban fondos urgentemente, la institución tendría que presentar concurso de acreedores. Ahora, con la titularidad de los suelos como garantía y la conversión en empresa pública la inyección de fondos públicos parece despejada, aunque el Consell asegura que no supondrá carta blanca para mantener la actual estructura.

Precisamente el modelo ferial es ahora la otra gran incógnita por resolver, ya que desde ámbitos empresariales se reclamaba que los socios privados tuvieran una mayoría en la gestión de una sociedad mixta, lo que ha chocado con la postura de Compromís.