Turismo y Viajes

Destinos ecológicos de los que disfrutar en Semana Santa


    Turismo y Viajes

    Un año más, llegan las esperadas vacaciones de Semana Santa y con ellas la ardua, pero ilusionante tarea de escoger un destino de viaje. Los más afortunados pueden llegar a juntar hasta 10 ó 15 días libres, pudiendo plantearse una escapada especial.

    Durante los últimos años, en los que el deterioro medio ambiental del planeta es más que obvio, se ha consolidado un nuevo tipo de turismo: el turismo ecológico.

    Por ello, en Skyscanner queremos proponerte los mejores destinos ecológicos, que te mostrarán rincones fascinantes de nuestro planeta a la vez que aportas tu granito de arena a su conservación… Pero, ¿sabes lo que es el turismo ecológico?

    Qué es el turismo ecológico

    Este tipo de turismo es distinto al turismo tradicional, también llamado "de masas". El viaje se realiza con un enfoque en el que prima la sostenibilidad, preservación y apreciación del medio -tanto natural como cultural- que visita el viajero.

    No se trata sólo de ser respetuoso con la naturaleza, sino también con las poblaciones locales, tolerando siempre su cultura propia y ayudando a su conservación y desarrollo consumiendo productos y servicios autóctonos.

    Los mejores destinos ecológicos para Semana Santa

    Ahora que el concepto de turismo ecológico está más claro, solo tienes que elegir entre los mejores destinos de este tipo en el mundo:

    Parque Nacional Gunung Leuser, Indonesia

    En la parte norte de la isla indonesia de Sumatra se halla uno de los lugares con mayor biodiversidad del mundo: el Parque Nacional Gunung Leuser. Este parque alberga la segunda población de oraguntanes más grande del mundo, pero también otras especies amenazadas como el tigre de Sumatra o los rinocerontes.

    En un país donde la tala ilegal y las plantaciones de palmeras están destruyendo la selva autóctona -hábitat natural de un sinfín de especies- la gente local se ha convertido en los guardianes del Gunung Leuser.

    Viajando a este lugar y realizando las actividades de trekking, reforestación y rafting en aguas bravas que ofrecen, estarás ayudando a que la gente local pueda ser autosuficiente y no tenga que volver a realizar prácticas ilegales para ganar el sustento de sus familias. Los oranguntanes te lo agradecerán.

    Montañas Cardamomo, Camboya

    Camboya debe gran parte de su fama turística a los milenarios templos de la ciudad jemer de Angkor. Son tan emblemáticos que, incluso, ocupan la parte central de su bandera. Sin embargo, no debes quedarte sólo en eso, pues es un país con un buen número de tesoros naturales escondidos.

    En las vírgenes Montañas Cardamomo encontrarás uno de los destinos ecológicos más importantes del sudeste asiático.

    Los densos bosques que tapizan estas montañas fueron, hasta mediados de la década de los 90 del pasado siglo, el escondite de los últimos Jemeres Rojos, guerrilleros del régimen dictatorial que había asolado el país. Aterrorizaron a la gente local, talaron ilegalmente la selva y cazaron furtivamente elefantes, felinos y monos para poder alimentarse.

    Las cicatrices aún se dejaban ver en los poblados, en forma de pobreza extrema y miedo, cuando, en 2007, la organización Widlife Alliance se acercó a ellos para proponer la creación de un proyecto de turismo basado en la comunidad. Querían educar a la gente para poder ser autosuficiente con las fuentes naturales que tenía a su alrededor, dejando de lado el tráfico de animales.

    Hoy, cuando llegas a la comunidad de Chi Phat, remontando un río o por una carretera no asfaltada, encuentras expertos guías, cocineros y hosteleros locales que ofrecen sus casas… En definitiva, personas cuya única preocupación es proteger aquello que durante muchos años se dedicaron a destruir.

    Disfruta con ellos de caminatas por una selva apenas explorada, repleta de cascadas, cuevas y animales exóticos. Prueba los deliciosos platos hechos con productos de esa misma selva y aprende lo mucho que tienen que enseñarte sobre la Madre Naturaleza.

    Además, podrás disfrutar de la desconexión de la tecnología y ver un cielo resplandeciente de estrellas.

    Uganda y Ruanda

    África es un continente en el que proliferan los destinos ecológicos.

    Unos 100 km al norte de la capital, Kampala, se encuentra el Santuario de Rinocerontes Ziwa. Aquí se está llevando a cabo un proyecto de reintroducción del rinoceronte salvaje en las que, una vez, fueron sus tierras.

    La caza furtiva está a punto de borrar esta antigua y bella especie de nuestro planeta, encontrándose gravemente amenazada tanto en África como en Asia. En el santuario de Ziwa podrás realizar trekkings que te lleven a observar los poco más de dos decenas de rinocerontes que lo habitan.

    En la vecina Ruanda se halla una de las mejores experiencias naturales del mundo: poder admirar los gorilas de montaña en su hábitat. Para hacerlo, tendrás que viajar hasta el Parque Nacional de los Volcanes, popularizado por la mítica primatóloga Dian Fossey, quien murió asesinada en Ruanda por su labor conservacionista.

    Poder encontrarte con los "espaldas plateadas" de unas 10 familias de gorilas es algo que no tiene precio y está restringido a unas decenas de personas al día. Merece la pena hacerlo una vez en la vida, aunque su precio sea muy elevado.

    Alójate en Kibale Forest Camp, desde unos 100 euros por noche, para vivir esta aventura.

    Sur del Tirol, Italia

    Un destino ecológico más cercano y asequible para esta Semana Sana es la estación de esquí de Carezza, en la parte sur de la región del Tirol. Si te gusta esquiar y tienes suerte, puede que aún encuentres nieve en la estación, pero si no, también podrás gozar de la belleza de sus paisajes primaverales.

    Situada en los Dolomitas, los operadores de esquí y las organizaciones conservacionistas están trabajando mano a mano para proteger este entorno natural, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Por ello, el 98% de las áreas de esquí funcionan con electricidad que proviene de fuentes de energía renovable.

    Además, todo el agua utilizada para generar nieve proviene de cercanos lagos que rellenan su capacidad con las lluvias del año. Los cañones de nieve, al estar tan próximos a los lagos, funcionan con un sistema de auto-compresión, sin necesidad de consumir electricidad.

    Por último, la construcción de un nuevo teleférico ha reducido el número de vehículos en la atestada carretera que llevaba a la estación y se están probando nuevas técnicas basadas en la energía solar, ya que aquí gozan de 300 días de sol al año.

    Reserva una habitación en el Sporthotel Alpenrose y disfruta del viaje.

    Isla de Apo, Filipinas

    Las aguas que rodean a la isla de Apo, situada en la provincia de Negros Oriental, forman parte del llamado "Triángulo de Coral", considerada una de las regiones del mundo con mayor biodiversidad marina.

    Hace algunos años, la gente local practicaba la pesca intensiva, poniendo en peligro el alto valor ecológico de la zona. Finalmente, el arrecife de coral de la isla de Apo fue declarado santuario marino y se comenzaron a desarrollar iniciativas para preservarlo. Además, el gobierno local también está apostando por el turismo sostenible y ecológico.

    Los viajeros llegan a Apo para poder bucear en sus aguas repletas de vida marina (entre la que destacan las tortugas de mar) y disfrutar de sus magníficas playas. Todas las excursiones están reguladas y los guías deben asegurarse de que los turistas siempre se hallen a una distancia prudencial de las tortugas.

    Los ingresos que provienen de estos tours van a parar a la comunidad local y a esfuerzos de preservación del entorno natural.

    Daintree, Australia

    Si esta Semana Santa dispones de un par de semanas de vacaciones, debes saber que en el extremo norte de la costa este australiana se encuentra la selva más antigua del mundo, contando con 140 millones de años más que la de Amazonas.

    La selva de Daintree -catalogada como uno de los mejores destinos ecológicos del mundo por el gran aventurero y divulgador naturalista inglés, David Attenborough- posee una gran vida salvaje, una flora única y paisajes que te dejarán boquiabierto.

    La primera parada será el Daintree Discovery Centre, una atracción en la naturaleza diseñada para tener el mínimo impacto en la misma. Allí, mientras caminas por unas pasarelas construidas entre las copas de los árboles, aprendes sobre la fauna, la historia del lugar y la importancia que la selva tropical tiene en Australia y el mundo.

    Después, llega el momento de bajar el río Daintree en barco, conocer a la gente local y ver cocodrilos de agua salada, aves, lagartos y alguna serpiente que otra.

    Si tienes algo de tiempo libre, podrás bucear en la Gran Barrera de Coral australiana, que se encuentra a poca distancia de la selva de Daintree. O, bien, descansar en el magnífico Daintree Eco Lodge.

    Bonito, Brasil

    Aunque, si quieres bucear en un lugar bonito, literalmente, en Sudamérica, debes viajar a la localidad brasileña de Bonito.

    Este lugar es uno de los mejores ejemplos de ecoturismo y turismo responsable en el mundo. Si viajas a Bonito, puedes alojarte en Bonito Ecotel y utilizarlo como base para las excursiones en las que podrás bucear en las cristalinas aguas del río da Prata, admirar las estalactitas de Abismo Anhumas y tratar de encontrar el colorido plumaje de los guacamayos entre los árboles.

    Y lo mejor es que todo esto se hace en grupos pequeños y gran parte de los beneficios del turismo se reinvierten en la comunidad local y la conservación de la naturaleza.

    Montañas de Kirguistán

    Hogar de las salvajes montañas de Pamir y la magnífica cordillera de Tien Shan -ambas con picos que superan los 7.000 metros sobre el nivel del mar-, Kirguistán es el país perfecto para aventureros que vayan buscando parajes montañosos solitarios y vírgenes.

    En abril, las temperaturas comienzan a subir y los hermosos y vastos valles se llenan de campamentos habitados por nómadas locales que intentan seguir viviendo como lo hacían sus antepasados. Confiando exclusivamente en la energía solar, solo se alimentan de productos frescos obtenidos de sus animales (como mantequilla y leche), hornean su propio pan y cultivan las verduras que necesitan.

    Camina por los senderos de las montañas de Kirguistán y vive la experiencia de olvidarte de la tecnología, conectar con la naturaleza y quedarte en un campamento nómada, en el que poder aprender sobre su sencillo modo de vida.

    Parque Nacional del Delta del Saloum, Senegal

    Senegal es uno de los mejores destinos de África Occidental. Sin embargo, tras unos días dando tumbos por sus carreteras y viviendo la ruidosa y vibrante Dakar, lo mejor es visitar uno de los mejores destinos ecológicos de esta parte del mundo.

    En el Parque Nacional del Delta del Saloum podrás navegar en barca de pescadores locales o en un kayak y observar flamencos y golondrinas reales de mar. El mejor lugar para alojarse es el apartado resort de Le Bazouk Du Saloum.

    El lugar consiste en varias pequeñas cabañas que obtienen la electricidad de la energía solar y, al estar alejado de todo, también posee un restaurante en el que se ofrece un menú compuesto por los mejores platos de comida local, y cocinados por la gente de los alrededores.

    Galicia, España

    Finalmente, si te apetece una pequeña escapada ecológica por España esta Semana Santa, Galicia es tu destino.

    En un país en el que el turismo es una de las piedras angulares de la economía, no son pocas las regiones que han optado por saturar sus encantos con hoteles y restaurantes que poco, o nada, tienen en cuenta el concepto de turismo sostenible o ecológico.

    Sin embargo, en Galicia el turismo ha crecido en sintonía con su exuberante naturaleza y el respeto a las tradiciones locales. Un buen ejemplo es el Camino de Santiago, donde millares de peregrinos pueden aprender todo lo necesario sobre la cultura gallega a la vez que duermen en negocios locales y prueban la estupenda gastronomía salida directamente de las tierras, cocinas y hornos de sus anfitriones.

    Puedes tomar como base el Pazo Larache, en Vilaboa, y descubrir la belleza que esconde Galicia.