Túnez implanta nuevas medidas de seguridad para los turistas
- El país lucha para recuperar su posición entre los grandes destinos del Mediterráneo.
Mari Cruz Marina
Dejar definitivamente atrás 2015 es uno de los firmes propósitos de Túnez. El terrorismo del ISIS se cebó en 2015 con este país, donde el triunfo progresista de la Primavera árabe -su 'Revolución de los Jazmines- se vio reconocido, también el año pasado, con la mayor distinción que es posible obtener, el Premio Nobel de la Paz.
Esta semana, la Oficina Nacional de Turismo de Túnez -como muchos otros años antes- está presente en FITUR, aunque su objetivo es muy diferente a cuando recibía 6 millones de turistas al año. Ahora se trata de "recuperar la credibilidad" como destino turístico y de comunicar al mundo entero "la confianza y la seguridad en el futuro", en palabras del director general del Turismo tunecino, Abdelatiff Hamam, en rueda de prensa.
Para lograrlo Túnez ha optado por situar la seguridad como su prioridad número uno y el centro de su estrategia de comunicación. Las últimas medidas de seguridad que el país mediterráneo ha adoptado implican un mayor control sobre el movimiento de los turistas. Entre ellas figuran que cada agencia de viajes de categoría A deberá enviar el recorrido de los circuitos al Ministerio del Interior 24 horas antes de la salida de los turistas; comunicar el nombre del chófer y del guía, así como la matrícula del vehículo que realizará el itinerario, y la hora de salida y de llegada; cuando el vehículo realice paradas de descanso, el chófer y guía deben controlar de nuevo el vehículo, al que dotará de material de seguridad; y la identificación a los empleados de las agencias de viajes con un distintivo con su nombre y su foto. Todas estas normas se han establecido en colaboración con el Ministerio del Interior tunecino.
En la lucha contra el terrorismo, Túnez cuenta con la colaboración internacional de los países europeos. "Tenemos recursos propios, pero debemos contar también con la ayuda de otros países -como Francia, Bélgica, Reino Unido o Alemania- porque el terrorismo es una amenaza internacional", ha reiterado Hamam.
Compromiso con la democracia
El embajador de Túnez en España, Wacef Chiha, apoyando a la Oficina Nacional de Turismo, sentado al lado de su director general, ha admitido sin reservas que "el turismo en Túnez atraviesa un momento difícil". Después de tres atentados terroristas en el corto espacio de menos de un año, el país se vio prácticamente privado de su segunda fuente de divisas. El turismo llegó a representar un día en Túnez el 7% de su PIB -alcanzando hasta el 50% en determinadas regiones-, y dando empleo a 400.000 personas. A raíz de la violencia, distintas empresas han dejado de operar en el destino; otras, como las cadenas españolas Iberostar y Vincci Hoteles, han resuelto mantener su presencia y colaborar en lo posible con las autoridades para que la normalidad retorne lo antes posible.
Con la nueva batería de medidas de seguridad, con una campaña de comunicación ad hoc -que quiere ser especialmente activa en las redes sociales-, y con el respaldo de la comunidad internacional haciendo frente común ante el terrorismo, Túnez afronta 2016 como el año en que debe recuperar su posicionamiento como destino turístico relevante en el Mediterráneo.
El director general de la Oficina Nacional de Turismo ha enumerado en FITUR las condiciones que hacen a Túnez acreedor de esa posición: su patrimonio cultural e histórico, su autenticidad, su notable oferta de talasoterapia, sus posibilidades para el turismo de deporte y aventura, el Sáhara... "Este pequeño país ofrece una extraordinaria diversificación de productos turísticos", ha declarado Hamam. Y hace gala, además, de un compromiso con la democracia y sus valores. "Estamos abiertos al progreso y somos un destino recomendable", ha concluido.