Los museos insólitos de Zagreb
Pedro Grifol
En verano, las playas de Croacia llevan años registrando un número creciente de visitantes en busca del clásico sol mediterráneo. Los complejos hoteleros de 'sol y playa' de la Costa Dálmata son el principal reclamo turístico; pero el interior tiene otro tipo de atractivos. Zagreb, la capital desde que alcanzase su independencia de la antigua Yugoslavia en 1991 se jacta de ser una de las ciudades más antiguas de Europa con los museos 'más nuevos' (entiéndase 'nuevo' en cuanto a temática, que no en cuanto a su aspecto arquitectónico).
Zagreb es una ciudad ideal para visitar en un fin de semana otoñal... o también en pleno invierno, donde la temperatura invita más a meterse en un museo que a pasear por su Jardín Botánico, aunque tampoco es mala idea porque los colores de otoño siempre son impactantes, y porque debajo de un paraguas, a las parejas de enamorados les ocurren muchas cosas. Y aquí viene al caso el Museo de las Relaciones Rotas (www.brokenships.com), único en el mundo por su rareza... que nada tienen que ver con la extravagancia, sino con la parte más afectiva de la condición humana.
Inspirados en la idea de darle a la gente la oportunidad de liberarse de la carga emocional a través de la donación de la herencia tangible (e intangible) de las relaciones amorosas, los creadores del museo recorrieron el mundo recopilando las reliquias que siguen a la ruptura de una relación. Los objetos expuestos en el museo, acompañados por un breve texto explicativo, tocan la fibra sensible del espectador más inconmovible... a pesar de la frase que reza en su entrada: "Tómate una cerveza tan fría como el corazón de tu ex".
La introversión y la reflexión parecen ser el efecto que más dura entre sus visitantes, según afirman sus creadores, una joven pareja croata que discutió cómo repartir todo lo que habían acumulado juntos; y concluyeron que todos esos objetos no eran sólo objetos, que a través de ellos renacían historias, recuerdos y pensamientos. Tenían claro que no querían que fuese un museo del desamor; pretendían explorar las historias que se ocultan tras los objetos cotidianos y ofrecer a sus dueños una manera de superar una crisis emocional. Su idea mereció el premio Kenneth Hudson al museo más innovador de Europa en 2011.
Otro tipo de objetos, absolutamente distintos, se pueden contemplar en otro peculiar museo inaugurado este mismo año. Se trata del Museo de las Ilusiones (www.muzejiluzija.com). Aquí el porcentaje mayor es el de visitantes lugareños (65%), y se comprende... porque es ideal para visitar con niños. El museo ofrece una intrigante experiencia visual, sensorial y educativa. A través de las ilusiones ópticas los visitantes pueden aprender mucho acerca de la visión, la percepción, el cerebro humano y la ciencia, y así podrán comprender mejor por qué los ojos ven las cosas que el cerebro no entiende.
En una habitación oblicua se resiste la fuerza de la gravedad, y los visitantes aumentan y disminuyen de tamaño. Holografías y juegos de dilemas, hacen que nuestro cerebro haga gimnasia y cavile. La tienda del museo ofrece objetos 3D y juguetes didácticos para todas las edades. Todo lo que los visitantes puedan llevar consigo como experiencia del asombro no desaparece al salir de este imperio de ilusiones.
Después de tanta intensidad cerebral, lo mejor es darse una vuelta por la calle Tkalca, una vía peatonal con mucha vida, llena de tiendas, restaurantes y cafés. El elemento lúdico de la calle es el monumento a las prostitutas, ya que probablemente Zagreb fue la primera ciudad en la que se legalizó este quehacer (1833). Se recomienda ver el monumento también por detrás.
Más información
Turismo de Zagreb: www.zagreb-touristinfo.hr