1,5 millones de enoturistas en 2011
Las 21 Rutas del Vino de España, integradas en el Club de Producto Rutas del Vino de España, cuentan con 546 bodegas inscritas, que el pasado año recibieron a 1.528.295 visitantes o enoturistas. El enoturismo se confirma con una modalidad de viaje al alza en España.
En relación al año 2010 se produjo un incremento del 6,1% del número de enoturistas, sólo considerando los visitantes de estas bodegas adscritas a las Rutas del Vino. Es fácil comprender que el mercado del enoturismo es superior, puesto que aquí sólo están contabilizados los visitantes a estas bodegas, pero hay muchas otras, no adscritas a rutas, y que también abren sus puertas a los visitantes y organizan diversas actividades de enoturismo.
En opinión de Diego Ortega, presidente de la Asociación Española de Ciudades del Vino (ACEVIN), las cifras de 2011 son muy positivas, en la medida en que "a pesar de la situación económica que está afectando seriamente a todos los sectores de la economía, continúa la tendencia al alza en el enoturismo".
Ortega insiste en el peso creciente del enoturismo y recalca que "las cifras confirman que el enoturismo se está convirtiendo en un motor de desarrollo turístico en muchos destinos de interior, especialmente aquellos cuyos vinos gozan de más reconocimiento y prestigio".
En cuanto a las Rutas con más turistas, son las Rutas del Vino y el Brandy de Jerez, con 482.767 visitantes, y Enoturismo Penedès, con 470,276, las que un año más repiten como las preferidas por los enoturistas. Le siguen las Rutas del Vino de Rioja Alavesa, Ribera del Duero y Rioja Alta.
Asimismo, entre las Rutas del Vino que más han crecido en visitantes en el último año cabe destacar a Rías Baixas, que ha recibido un 30% más de turistas y se ha colocado como la sexta con mayor demanda. También son destacables los incrementos de las rutas del vino de Garnacha-Campo de Borja y Utiel-Requena, con incrementos de más del 180% y el 57%, respectivamente.
Un turismo estacional
El balance de ACEVIN muestra que el enoturismo es un mercado turístico estacional, si bien constituye un complemento idóneo de la clásica oferta turística española, basada en el sol y playa, por cuanto el otoño y la primavera son las principales épocas en las que se concentran los viajes a las bodegas.
No obstante, se confirma una cierta tendencia al crecimiento durante los meses de verano también, si no como motivo principal del viaje, como complemento al mismo. El mes menos propicio para el enoturismo sigue siendo enero, que registra la menor afluencia de visitantes (52.000 en 2011).