Turismo y Viajes
Los Príncipes de Asturias asisten a la inauguración de la restauración de la Catedral de Tarazona
Don Felipe y Doña Letizia presidieron ayer jueves la inauguración oficial de las obras de restauración de la Catedral de Santa María de la Huerta de Tarazona. Esta reforma de uno de los bienes patrimoniales y turísticos más destacados de la localidad zaragozana comenzó en 1984, tras detectarse problemas serios de estructura que amenazaban la ruina del templo.
Durante su visita a la Catedral, los Príncipes estuvieron acompañados por la presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudí; el presidente de las Cortes de Aragón, José Ángel Biel; el delegado del Gobierno en la Comunidad Autónoma de Aragón, Gustavo Alcalde; el alcalde de Tarazona y presidente de la Diputación Provincial de Zaragoza, Luis María Beamonte; y el obispo de la Diócesis de Tarazona, monseñor Eusebio Hernández Sola.
Los Príncipes posaron con el resto de la comitiva ante el Retablo Mayor. Fot.: Casa de S.M. el Rey - Borja Fotógrafos.
Después de una oración y unas palabras del Obispo de la Diócesis de Tarazona, se proyectó un video sobre las obras de restauración, cuyo estado pudieron comprobar Don Felipe y Doña Letizia durante su recorrido por la Catedral y el claustro del recinto catedralicio. Los arquitectos responsables de la restauración, Fernando y José Ignacio Aguerri, explicaron a Don Felipe y a Doña Letizia las obras realizadas y los proyectos pendientes. Tras contemplar una muestra de los libros antiguos musicales que se conservan en la Catedral, los Príncipes descubrieron una Placa Conmemorativa de su visita.
Arquitectura medieval
La Catedral de Tarazona, ejemplo del gótico francés en Aragón, es una obra caracterizada por su rica fusión, fruto de las diversas etapas que atravesó su construcción. Se comenzó a levantar en el siglo XIII por iniciativa de Doña Teresa de Cajal y se consagró en 1232.
Mantiene su planta gótica original, de cruz latina con tres naves, entre las que destaca la central por su mayor altura y la cabecera semicircular con girola. En las naves laterales también se abren capillas, cubiertas con bóvedas de crucería, al igual que la nave central. Posteriormente se le adosó un claustro gótico-mudéjar. En el exterior se puede contemplar su fábrica de piedra labrada y espectaculares pilares fasciculados, muestra del mejor Gótico aragonés.