Transportes y Turismo

Un fallo informático mundial retrasa cientos de vuelos en los aeropuertos españoles

Vuelos demorados en el aeropuerto de Sevilla. María José López / Europa Press

Víctor de Elena, Paula Carro

Un fallo de actualización de la empresa de seguridad cibernética Crowdstrike, que presta sus servicios para numerosas empresas de todo el mundo, provocó ayer viernes la caída de sus servicios, afectando a grandes firmas de sectores como el aéreo, financiero, energético o comunicación. La afección incitó la caída de Microsoft, al interpretar que su última actualización era una amenaza para el sistema operativo. Entre las compañías que han reportado problemas se encontraron Repsol, Ryanair, la bolsa de Londres, el Servicio Vasco de Salud o el Ayuntamiento de Madrid, entre otros.

Una de las estampas más clarividentes del impacto de esta afección la han sufrido los aeropuertos españoles. La gestora aeroportuaria nacional, Aena, también vio como esta incidencia informática afectó a sus sistemas de gestión hasta el punto de tener que paralizar muchas de sus operaciones, incluidos los despegues y aterrizajes de aviones.

A las 14:30 horas del viernes, la cotizada semipública logró restablecer sus principales sistemas, aunque hasta entonces fue capaz de operar 3.520 vuelos. Durante la mañana, buena parte de los procesos tuvieron que ejecutarse de forma manual, como el proceso de facturación y embarque de los pasajeros. Durante esas primeras horas del día se cancelaron 105 aviones.

Aunque Aena consiguió mantener las operaciones con el objetivo de cumplir la programación del día, la mayoría de ellas tuvieron que demorarse, dando lugar a esperas por parte de los pasajeros o a la reprogramación de vuelos por parte de las compañías. Para minorar la afección, la compañía tuvo que activar sus sistemas de contingencia y a primera hora de la tarde aseguró estar trabajando directamente con Crowdstrike "para implementar la solución definitiva".

La incidencia también afectó a otras instalaciones aeroportuarias por todo el mundo, que al igual que las españolas, fueron recuperando progresivamente la normalidad.

Aeropuertos cerrados en Europa

Los problemas informáticos estaban asociados a los sistemas operativos Windows, que prácticamente monopoliza los ordenadores de todo el mundo, por lo que prácticamente todas las compañías aéreas se vieron afectadas por esta situación.

Aeropuertos como el de Zúrich (Suiza), Berlín (Alemania) o Ámsterdam (Países Bajos) anunciaron el cierre de sus instalaciones por la afección generada, mientras que los grandes aeródromos británicos, Gatwick y Heathrow, reconocieron importantes demoras que también se dieron en Ibiza. Las esperas fueron superiores a los 30 minutos en buena parte del continente europeo.

Ante esta situación, aerolíneas como Delta Airlines o la neerlandesa KLM optaron por suspender todas sus operaciones al afectar sensiblemente a sus sistemas internos. Otras como American Airlines lograron restablecerlas pasadas las horas, registrando notables retrasos.

Las aerolíneas españolas también se vieron afectadas pero, al contrario que muchas de sus homólogas mundiales, trataron de mantener sus operaciones aún sufriendo disrupciones, dada la alta demanda de viajes previstos en una fecha clave que también era inicio de quincena vacacional.

Facturar como antaño

Fuentes de Iberia reconocen a elEconomista.es que la solución a este problema informático ha consistido en "volver a hacer todo a mano", incluida la facturación en los aeropuertos, "como si estuviéramos en los años setenta". La filial de IAG activó de inmediato un plan de contingencia que fue restableciendo sus procesos en función de si eran más o menos críticos, hasta que a las 9:30 horas de la mañana logró reestablecer la facturación online.

Sin embargo, el cierre de varios aeropuertos en Europa obligó a Iberia a suspender un vuelo a Zurich, así como otros dos operados por Iberia Express a Berlin y Ámsterdam. Para asegurar que todos los pasajeros lleguen a destino, la compañía optó por provocar los retrasos de sus propios vuelos todo lo posible con el objetivo de que todos los pasajeros pudieran embarcar y llegar a sus destinos.

Otra aerolínea del grupo IAG, Vueling, también reportó la alteración de su operativa y optó por informar a sus pasajeros de los cambios en curso a través de email. Air Europa no vio afectados sus sistemas internos pero sí sufrió ligeros retrasos en sus aviones, motivo por lo que instó a los pasajeros que acudieran con más antelación a los aeropuertos.

Ryanair reportó la interrupción de toda su red, incluidos los procesos de reserva y check-in por este problema, invitando a los pasajeros a que los hicieran de forma manual en los aeropuertos. La 'low cost' irlandesa admitió que el problema estaba "totalmente fuera de nuestro control".

Caos en EEUU

Los viajeros estadounidenses sufrieron la cancelación de 1.700 vuelos y otros 4.500 vuelos se vieron retrasados debido al apagón informático global. La plataforma de internet FlightAware registró este viernes un total de 27.075 demoras de vuelos globalmente. En todo el mundo, la cifra de cancelaciones ascendió a 2.819 vuelos cancelados globalmente a cierre de este texto.