Transportes y Turismo

Lufthansa cobrará un recargo de hasta 72 euros por billete por los costes de reducir emisiones

  • Las tasas se empezarán a aplicar desde el 1 de enero
Un avión de Lufthansa. Foto: Bloomberg

elEconomista.es

Deutsche Lufthansa, el mayor grupo de aerolíneas de Europa, ha anunciado que empezará a aplicar desde el año que viene un recargo de hasta 72 euros por vuelo para cubrir los crecientes costes de los combustibles alternativos impuestos por la UE para reducir las emisiones de los aviones, según informa Bloomberg.

Las tasas adicionales se aplicarán a todos los vuelos que despeguen desde la Unión Europea, el Reino Unido, Noruega y Suiza a partir del 1 de enero, según informó la compañía en un comunicado el martes. Las más bajas serán de un euro y el importe exacto dependerá de la ruta y la tarifa, con un tope fijado en los 72 euros.

Las nuevas tasas vienen provocadas por las regulaciones de la UE que exigen a las aerolíneas utilizar al menos un 2% de combustibles sostenibles a partir de 2025. Lufthansa asegura que no puede asumir los costes por sí sola. En 2022, su rival Air France-KLM ya puso en marcha un recargo de hasta 24 euros en los vuelos desde Francia y los Países Bajos.

La industria de las aerolíneas se ha propuesto alcanzar emisiones netas de carbono cero para 2050, una meta que depende de una ampliación masiva de los llamados combustibles de aviación sostenibles, que suelen estar hechos de derivados de las plantas o de desechos.

La aviación es una de las industrias más difíciles de descarbonizar, y es probable que los costes, que se estima que ascienden a billones de euros, se trasladen a los clientes a través de precios más altos. Europa ha introducido regulaciones con objetivos de biocombustibles que irán endureciéndose gradualmente en las próximas décadas, mientras que EEUU ha decidido apostar por dar incentivos a las empresas para usar más de estos combustibles.

Varias aerolíneas, como United Airlines, EasyJet y la propia Lufthansa, que también es propietaria de Swiss, Austrian Airlines y Brussels Airlines, ya habían introducido recargos voluntarios para que los clientes pudieran cubrir costes como las compensaciones de carbono.