Tinta china
Rafael Montoro: "La ilusión de un gran viaje necesita del asesor especializado que es el agente de viajes"
Grupo Barceló ha reorganizado recientemente su división mayorista creando tres nuevas marcas: laCuartaIsla, Quelónea y Jolidey. Sobre la proyección de estos tres nuevos turoperadores, cuya oferta distribuirán más de 10.000 agencias de viajes, hemos hablado con Rafael Montoro, subdirector general del Área de Turoperadores de Grupo Barceló.
¿Qué objetivos persigue la reestructuración acometida?
Más que una reestructuración es una innovación dentro del Grupo Barceló y retomar, en parte, la antigua filosofía de la compañía. Hemos creado tres nuevos turoperadores dentro del Grupo con los que buscamos un diferencial respecto a lo que ya existe en el mercado.
¿Las tres nuevas marcas venderán al mismo precio en la red de agencias del Grupo Barceló que en el resto?
El hecho de que pertenezcamos al Grupo Barceló no significa que vayamos a hacer ningún tipo de diferenciación con las agencias de viajes. Somos en estos momentos tres turoperadores, tres marcas operando en el mercado español, donde vamos a dar servicio y una igualdad de condiciones a las 10.000 agencias de viajes que componen el sector turístico.
De las tres marcas, la primera en lanzarse fue laCuartaIsla, ¿qué acogida ha tenido?
Estamos muy satisfechos. laCuartaIsla salió al mercado a finales de febrero y ha sido muy bien acogida. Es un turoperador que ha entrado con un aire fresco y con capacidad para marcar una diferencia respecto al resto de competidores.
Este turoperador ofrece viajes de larga distancia con un componente de personalización. ¿Nos podría apunta alguno de los viajes más sugerentes que están comercializando?
Es difícil contestar a esto porque cualquiera de los viajes y propuestas que lanzamos con laCuartaIsla es muy sugerente. Abarcamos todo el continente americano, África, y Oceanía, y por su puesto Asia y el Lejano Oriente al completo. ¿Itinerarios sugerentes?... Cualquier safari en Kenia o Tanzania lo es; también Sudáfrica; y los destinos asiáticos, especialmente Tailandia, cuya demanda está remontando, una vez superados los problemas políticos del pasado.
Respecto a las otras dos marcas, ¿qué las diferencia de la competencia?
Por una parte, tenemos a Quelónea, un turoperador focalizado en el charter, pero que también trabajará con línea regular, y buscando unos objetivos de niveles de servicio elevados. En cuanto a producto, tenemos en el mercado el catálogo de Caribe, como destino destacado. Asimismo, en los próximos cinco años iremos creciendo en la media distancia, donde el destino más importante que operamos en la actualidad es Túnez. Insisto en que en los destinos operados con la marca Quelónea la apuesta se va a centrar en la calidad.
En cuanto a Jolidey, que es un turoperador más juvenil, pero una operativa tradicional, nos basamos en una amplia oferta hotelera en costas y un potente buscador, tanto en destinos nacionales como internacionales.
¿Cómo van las reservas de cara al verano?
Está siendo diferente a otros años porque la venta anticipada se está retrasando. Otros años esta venta se dejaba notar de forma notable. Los clientes anticipaban sus vacaciones y por el mes de marzo y abril había ya un movimiento importante porque los clientes buscaban conseguir descuentos importantes gracias, precisamente, a esa anticipación. Ahora, no sólo nosotros, sino el sector turístico en general está acusando un cambio de tendencia. Lo importante, no obstante, es que estamos teniendo una buena acogida por parte de nuestros partners, los agentes de viajes. La evidencia es que ya en el mes de junio tenemos una alta ocupación en Caribe. Eso nos hace sentirnos satisfechos.
¿Reforzar la turoperación -como ha hecho el Grupo Barceló- no termina por encarecer el producto cuando el mercado tiende a la venta directa?
En nuestro caso, no. Un gran viaje no me atrevería a reservarlo por Internet porque tiene muchos componentes, entre ellos uno de servicio. Como usuario final, reitero, no me atrevería a poner la ilusión de un gran viaje sin contar con un asesor especializado, que es el agente de viajes, y sin la garantía de un turoperador, que es el quien finaliza esa ilusión. Por lo tanto, esta intermediación no encarece en absoluto porque buscamos una contratación adecuada a un precio para poder ofrecer a nuestros clientes unas tarifas verdaderamente muy competitivas.