Terrorismo

ETA se empecina con Mallorca y coloca tres artefactos en un día



    La banda terrorista ETA ha colocado este domingo tres explosivos de escasa importancia, pero que han logrado sembrar el miedo en zonas muy concurridas por el turismo. Los dos primeras explosiones se registraban en Calvia y otra en la zona centro de Palma. El Gobierno balear no descarta que se hubiera producido otra explosión, aún sin registrar.

    Tres bombas han vuelto a sacudir Palma de Mallorca cuando se cumplen diez días del asesinato de dos guardias civiles en Calvia. La Delegación del Gobierno en las Islas ha confirmado que ninguna de las explosiones ha causado heridos.

    Concretamente, el primero de los artefactos ha hecho explosión pasadas las cuatro de la tarde en un restaurante La Rigoletta, en el Paseo del Portitxol, frente a la playa de Can Pere Antoni. Pocos minutos después estalló el segundo en otro local cercano. La deflagración fue controlada.

    Por último, sobre las 18 horas ha estallado la tercera bomba que buscaba la Policía inicialmente en el Hotel Palacio Avenida. La explosión se ha producido en las galerías comerciales existentes bajo la Plaza Mayor de Palma. Bajo esas galerías hay un parking de varias plantas.

    La banda telefoneó a Radio Taxi de Guipúzcoa, a los bomberos de la localidad mallorquina de Calviá y a un teléfono de servicio público de Andalucía, informaron a Europa Press fuentes de la lucha antiterrorista.

    Los bomberos de Calviá, la localidad donde ETA asesinó a dos guardias civiles hace diez días, recibieron una llamada en nombre de ETA a las 11:00 horas aproximadamente. En la misma, un hombre con la voz, al parecer, distorsionada, informaba de la colocación de varias bombas en Palma y decía hacerlo en nombre de ETA. Sin embargo, y en contra de lo que suele hacer la organización terrorista, el mensaje no fue repetido, se hizo muy rápido y los bomberos no pudieron tomar nota. Además, este destacamento de bomberos no graba las llamadas que se producen, informaron a Europa Press fuentes del mismo.

    Una media hora después, sobre las 11:30 horas, otra llamada a Radio Taxi Guipúzcoa, realizada desde Francia, informaba también de varios artefactos explosivos en Mallorca. La persona que atendió la llamada escribió un nombre de un establecimiento que no existe y sólo parte del nombre de la segunda calle donde supuestamente iba a estallar un artefacto, que luego resultó ser la calle Joaquín Fuster, donde se sitúa el restaurante Enco.

    El modo utilizado por ETA para advertir de las explosiones no es el habitual. Cuando los terroristas utilizan un teléfono de Euskadi para dirigir la llamada, suelen elegir el de la DYA y nunca antes habían utilizado Radio Taxi. En el comunicado hecho público la pasada madrugada por la banda, ésta se reivindica, entre otros, el atentado contra la sede del PSE en Durango, afirmando que realizó una llamada de aviso al Ayuntamiento y otra al servicio de emergencias, pero que "los policías de la sede del 112 cortaron ésta para que el militante de ETA llamara de nuevo y poder tener tiempo de detenerlo".

    Modus operandi

    El 'modus operandi' de la banda sólo ofrece un dato claro a la investigación por el momento, el hecho de que una mujer forma el comando autor de los atentados, ya que las tres bombas que explotaron hoy en Palma lo hicieron en los baños de señora de los establecimientos.

    La duda se centra en si los terroristas se encuentran aún en la isla o huyeron tras colocar las dos primeras bombas el pasado 30 de julio, una de las cuales acabó con la vida de los guardias civiles Carlos Enrique Sáenz de Tejada y Diego Salvà.

    En aquellos atentados, los terroristas utilizaron bombas-lapa con temporizador, probablemente adheridas a los bajos de los vehículos del Cuerpo la noche anterior a su explosión.

    Bombas de distintos tipos

    En el caso de los artefactos que explotaron hoy, de composición muy diferente al de las bombas-lapa, ya que causaron escasos daños materiales, éstos llevarían también temporizador, pero se desconoce cuando fueron activados.

    Las fuentes consultadas recordaron que ETA cuenta con temporizadores que se pueden programar hasta con un año de antelación, por lo que los mismos terroristas que colocaron las bombas de Calviá pudieron esconder las de hoy y abandonar la isla. En todo caso, apuntaron las mismas fuentes, la mujer que colocó las pequeñas bombas eligió con detenimiento los baños con doble techo donde podía esconder el artefacto sin que fuera descubierto antes de su explosión.