Telecomunicaciones y tecnología
Los fabricantes de LED buscan fórmulas para superar la guerra de precios
El mercado de diodos emisores de luz (LED por sus siglas en inglés) está creciendo rápidamente puesto que empresas, hoteles y tiendas están cambiando las lámparas incandescentes, que se han prohibido en países de todo el mundo, por estas luces más eficientes y duraderas.
Pero el coste inicial de comprar bombillas LED para el uso doméstico, aunque está cayendo rápidamente, es aún más alto que el de otras alternativas como las lámparas fluorescentes compactas o los halógenos, haciendo que los consumidores duden en adoptar la nueva tecnología.
Esto está llevando a los fabricantes a bajar los precios, y también a buscar nuevos recursos del producto para reemplazar el negocio perdido cuando el hecho de que una bombilla se funda se convierte en algo mucho menos habitual.
"Estamos trabajando en dos frentes diferentes", dijo a Reuters el consejero delegado de Philips Lighting, Eric Rondolat, en la feria de comercio "Light + Building", que se celebra esta semana en Fráncfort.
Los analistas ven que este mercado comenzará a contraerse en 2017, cuando el LED suponga más de la mitad del mismo.
Tres fabricantes - Osram, Samsung y LG - anunciaron planes en "Light + Building" de lanzar o expandir sistemas de alumbrado inteligente para los diodos emisores de luz, donde fue pionera la línea de Philips.
Los fabricantes esperan poder atraer a más clientes con sistemas que les permitan personalizar la intensidad de la luz, el color y la composición.
El alumbrado inteligente permite a los usuarios controlar remotamente lámparas desde un teléfono inteligente o una tableta. Pueden, por ejemplo, añadir colores naranjas a sus luces cuando quieran relajarse por la noche, tener proyecciones de colores para los niños o que sus luces parpadeen cuando reciban un correo electrónico en su teléfono.
Cuando se use en edificios de oficinas, estos sistemas conectados podrían ofrecer alternativas para ahorrar energía teniendo las luces encendidas sólo dónde y cuándo se necesiten para incrementar la productividad, ajustando la emisión de luz de tal manera que coincida con los biorritmos humanos.