Telecomunicaciones y tecnología

Los relojes inteligentes comienzan a crear negocio y estilo en el sector tecnológico

  • Samsung, Sony y Qualcomm presumen de 'gadget', Apple y Motorola se lo piensan


Es la sensación tecnológica del momento. Los relojes inteligentes acaban de convertirse en una nueva categoría de producto cuya proyección de negocio apunta al cielo. Puesto que casi todo el mundo lleva un reloj y un móvil, el reto consiste en cautivar a todos ellos con propuestas lo más cercanas a sus gustos. Después de varios prototipos y de proyectos experimentales por parte de diferentes compañías, ahora Sony (Smartwatch 2), Samsung (Galaxy Gear) y el fabricante de procesadores Qualcomm (Qualcomm Toq) están convencidas de que ha llegado el momento de dar el todo por el todo y de enfrentarse al gran público.

Tampoco Apple deja de darle vueltas a la idea, pero de momento su iWatch se hace de rogar. El Moto X Watch de Motorola también está por nacer. Incluso Nissan ultima uno para los conductores de sus deportivos, sin olvidarse de Motorola y su X Phone.

Fuentes de Sony y Samsung comentan que puede tratarse de una aventura dirigida en principio a un consumidor muy específico, al gran amante de la tecnología. Ante esa nueva demanda, algunos de los referentes del sector empiezan a ofrecer diferentes soportes para que los usuarios decidan esos distintos niveles de conexión. Y ahí es donde entran en acción los smartwatches.

Menos pendientes del móvil

Según explica JK Shin, CEO y Presidente de IT&Mobile Division de Samsung Electronics, el Galaxy Gear "libera a sus usuarios de tener que estar pendiente constantemente de sus dispositivos móviles". Dejamos entonces de vigilar el móvil para no perder de vista el reloj... Según Shin, gracias a lo que llaman Smart freedom obtenemos "la libertad de elegir cómo, dónde, cuándo y por qué queremos estar conectados".

La primera característica de cualquier reloj inteligente -aparte de que va atado a la muñeca y de que da la hora- es su dependencia de un teléfono al menos igual de inteligente que él. Gracias a su pantalla táctil de menos de 2 pulgadas, tendremos acceso remoto a cuantas novedades se vayan produciendo en el teléfono (llamadas, e-mails, mensajes, redes sociales...). La idea es que podamos usar el reloj como un primer filtro para valorar la importancia de cada notificación, que iremos respondiendo o descartando sobre la marcha. De esta manera, el smartphone sólo lo sacaremos del bolsillo cuando queramos leer el e-mail completo o responderlo y, en definitiva, cuando necesitemos de su pantalla o de realizar acciones algo más complejas que no admita el reloj de por sí.

Por todo lo dicho hasta ahora, queda claro que lo primero que hay que hacer con cualquier smartwatch nada más sacarlo de su caja es presentarle a su compañero de viaje. Antes de sincronizarlo con el móvil, bastará descargarse una aplicación en el smartphone y, a partir de ahí, ambos dispositivos irán de la mano. Hablamos, pues, de un gadget o extensión del móvil. De hecho, los primeros modelos de smartwatch perdían la hora si se alejaban del smartphone. Esta nueva generación ha aprendido de aquel error y el reloj ya es autónomo en ese sentido. En cuanto al diseño de la pantalla, todos ellos permiten la personalización de la esfera, ya sea con manillas, números digitales de distinto tipo o tamaño...

Si repasamos los modelos anteriores a estos tres ya definitivos de Sony, Samsung y Qualcomm, no es difícil comprobar que hacían un guiño importante a la práctica deportiva. Tanto el que presentó en su día Motorola como el Pebbe incluían varias funciones de podómetro, medición de ritmo cardíaco, calorías quemadas, acceso a la música... Esta idea también permanece por ejemplo en el Galaxy Gear, dotado de acelerómetro y giroscopio, y en el Sony Smartwatch 2, con la aplicación Runtastic. La propuesta del fabricante de procesadores Qualcomm tampoco pierde de vista ese tipo de funcionalidades.

Mientras el reloj de Samsung sólo es compatible con la familia Galaxy, los de Sony y Qualcomm sí podrán sincronizarse con cualquier Android (abstenerse iPhone y Windows Phone). Por su parte, el Gear incluye una microcámara de 1.9 megapíxeles. Un punto a favor del Gear frente al Smartwatch 2 es la posibilidad de responder y realizar llamadas gracias a su micrófono y altavoz. El dispositivo de Sony también incluye la conectividad NFC y mantiene la filosofía One Touch del fabricante nipón. Siguiendo su línea Xperia Z, el reloj es resistente al agua y al polvo.

Por su parte, el Qualcomm Toq quiere destacar por su pantalla Mirasol, que garantiza total visibilidad incluso con el astro rey en todo lo alto. Se aleja así de las pantallas retroiluminadas del Gear o el Smartwatch 2. Con esto, no sólo ahorra mucha batería, sino que se sirve de la luz exterior para generar tanto los colores como el brillo de la pantalla. Así, el Qualcomm Toq hace posible que en situaciones de muy poca luminosidad tampoco produzca reflejos, pues la luz, en lugar de venir del interior del dispositivo, lo hace desde fuera hacia dentro.

Descárguese gratis el último número de la revista elEconomistaTecnología.