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La victoria del alcalde de Londres sube apuestas sobre su futuro
Johnson, que debe buena parte de su popularidad a su talento cómico y su animado pasado, obtuvo un segundo mandato de cuatro años como alcalde de Londres el mismo día que su Partido Conservador sufría duras derrotas en las elecciones locales británicas.
Su capacidad de superar a su propio partido volvió a aparecer el viernes, cuando se hicieron públicos los resultados de los comicios, haciendo que su derrotado rival laborista Ken Livingstone lanzara una pulla al primer ministro conservador, David Cameron, y el ministro de Finanzas, George Osborne.
"Mientras Cameron y Osborne arrastran al partido 'tory' a la derrota en el resto de Reino Unido, no sólo ha ganado usted otra legislatura, sino que sospecho que esto también ha resuelto la cuestión de la próxima elección de líder conservador", dijo Livingstone a Johnson tras admitir la derrota en el Ayuntamiento de Londres, un edificio redondeado de cristal situado a la sombra del puente de la Torre.
En su discurso de victoria, Johnson no hizo mención alguna de Cameron o el partido nacional, optando en su lugar por destacar sus logros contra la delincuencia y en transporte, y dar las gracias a Livingstone, miembros locales del partido y su familia.
"Seguiré luchando por un buen trato para los londinenses, un buen trato con el Gobierno que nos ayude a llevar prosperidad a esta ciudad", dijo, colocándose del lado de los londinenses enfrentados con un Gobierno nacional que se atiene firme a dolorosas medidas de austeridad.
En su ascenso de columnista de derechas a editor de revista y miembro del Parlamento hasta llegar a alcalde, Johnson ha acudido a su humor y a reírse de sí mismo para recuperarse de diversos traspiés y crisis que probablemente habrían terminado con muchas otras carreras políticas.
RIVALIDAD CON CAMERON
Johnson, de 47 años, fue compañero de Cameron en Eton, una exclusiva escuela privada, y en la Universidad de Oxford.
Cameron ha restado importancia a los rumores sobre una vieja rivalidad entre ambos, pero Johnson es menos secretista sobre su relación competitiva. En una entrevista en 2005, dejó escapar que el hecho de que Cameron sea dos años menor que él es "uno de los muchos traumas con los que debo cargar en mi vida".
Pero mientras que el pasado privilegiado de Cameron suele jugar en su contra, cuando sus críticos dicen que está desconectado de los votantes de a pie, Johnson se ha ganado un hueco como afable excéntrico de clase alta con un toque popular.
"Avanza bajo una máscara de amabilidad torpe, pero la verdad es que puede ser inmisericorde, es muy inteligente y quiere llegar a la cima", dijo Matthew Parris, un columnista y ex parlamentario conservador que trabajó para Johnson.
La idea de que el alcalde pueda convertirse en primer ministro, antes tildada de estrambótica por la mayoría de analistas políticos, es ahora objeto de intensa especulación en Londres y el resto del país, aunque él negó el sábado en una entrevista con la BBC que quiera optar al Parlamento en 2015.
"Para cuando haya sido alcalde otros cuatro años, tendrá mucha más experiencia de la que tenían Tony Blair o David Cameron cuando se convirtieron en primeros ministros. Tendrá el efecto de hacerle parecer una opción mucho más seria", dijo Tony Travers, de la London School of Economics.
(Escrito por Estelle Shirbon y Peter Griffiths; Información adicional de David Milliken; Traducido por Cristina Fuentes-Cantillana en la Redacción de Madrid)