Telecomunicaciones y tecnología

La ciberguerra entra en escena: un negocio al alza para las multinacionales de EEUU



    La urgencia de la Administración Obama para fortalecerse y destacar en el ámbito de la 'ciberguerra' ha desatado una carrera frenética entre las grandes compañías dedicadas a armamento y equipamiento militar para conseguir hacerse con los miles de millones de dólares en contratos que el Departamento de Defensa estadounidense destinará a esta nueva carrera armamentística 'digital'.

    Así, estas empresas buscan atraer a los jovenes de Silicon Valley ya que la guerra para defenderse o incluso iniciar un ataque informático ha dado lugar a la aparición de 'soldados hackers' en el Pentágono, según el rotativo estadounidense, que sean capaces de compatibilizar las habilidades cibernéticas con el componente estratégico militar que necesita Estados Unidos en este nuevo 'frente' bélico.

    A día de hoy, según el New York Times, casi todas las empresas privadas de que se dedican a temas de seguridad y defensa, como Northrop Grumman, General Dynamics, Lockheed Martin y Raytheon, ya tienen jugosos contratos 'cibernéticos' con las principales agencias militares y de inteligencia estadounidenses.

    El movimiento no deja de ser curioso, ya que el 'know-how' y la habilidad para bloquear o incluso programar ataques informáticos y otras variantes estratégicas a nivel 'ciberbélico' ha sido absorbido por los grandes conglomerados desde un entramado de pequeñas empresas independientes o expertos. Así, estos gigantes empresariales, mientras otra compañías estadounidenses despedían trabajadores, se han preocupado de financiar la investigación privada, comprar empresas más pequeñas que tuvieran ese 'expertice' o incluso poner anuncios para captar a 'ciberninjas'

    No sólo eso. Debido al perfil profesional de sus nuevos empleados, empresas como Raytheon han tenido que variar ligeramente sus modelos de recursos humanos a fin de conseguir captar profesionales. Así, según describe el New York Times, una de las instalaciones de la empresa, cerca del Centro Espacial Kennedy, se ha convertido en un centro de innovación donde la música rock y las latas vacías de Mountain Dew se acumulan mientras jóvenes ingenieros informáticos se preocupan en diseñar una red de protección efectiva para los ordenadores del Pentágono o ingenian mecanismos para 'hackear' ordenadores de algún país extranjero que en el futuro pudiera convertirse en adversario. En un ambiente que parece sacado de Google, un gong anuncia cada avance importante.

    Los jóvenes ingenieros representan la nueva cara de una guerra que el Presidente Obama describió el viernes como "uno de los más graves problemas económicos y de seguridad nacional al que nos enfrentamos como nación." Asimismo, Obama anunció que nombrará a un alto funcionario de la Casa Blanca para supervisar la estrategia de seguridad cibernética de los Estados Unidos.

    Algo más que un 'juego de guerra'

    Los expertos, eso sí, indican que no se trata de un mero 'juego de guerra'. La amenaza es real y los ataques cada vez más persistentes y complejos. Diariamente se producen miles de intrusiones de delincuentes organizados y legiones informáticos contra naciones como Rusia y China.

    "Todo el mundo está atacando a todo el mundo", ha declarado Scott Chase, un ingeniero informático de Raytheon a The New York Times.

    Se trata de una nueva rama de la industria floreciente. Daniel D. Allen, supervisor de sistemas de seguridad para Northrop Grumman, estima que el gasto federal en seguridad informática es ahora de 10.000 millones de dólares anuales, incluyendo los programas secretos. Se trata sólo de una fracción del gasto de Estados Unidos en defensa, pero los funcionarios esperan que esta variante de la industria crezca rápidamente.

    Además, se da la paradoja de que los contratistas militares están en la envidiable posición de rentabilizar lo que han aprendido por necesidad - proteger los datos sensibles del Pentágono que tenían en sus propios ordenadores-, convirtiéndolo en un negocio lucrativo que incluso pueda sustituir algunos de los ingresos que se pierdan por cancelaciones de programas armamentísticos convencionales.

    Ejecutivos de Lockheed Martin, que ha sido durante mucho tiempo el mayor contratista de tecnología de la información para EEUU, se han dado cuenta de que empieza a haber demanda para extender este tipo de programas también al ámbito de las agencias energéticas y de servicios sanitarios. Pero hasta que se extienda al resto de las infraestructuras nacionales, la mayoría de las empresas se focalizan en la lucha de la seguridad informática en el ámbito de la seguridad nacional, donde concentran sus esfuerzos en el campo de la previsión de los 'ciber-ataques' de enemigos y como 'devolverlos' con efectividad.

    Inédito concurso público

    Eso sí, aunque este tipo de contratos y la naturaleza de estas investigaciones antes eran altamente secretas y más propias de una novela, eso está a punto de terminar, debido al carácter floreciente de esta industria: así, las Fuerzas Áreas de EEUU harán por primera vez un concurso público para otorgar un contrato que busca conseguir ataques efectivos contra ordenadores de potencias supuestamente enemigas. Asimismo, las empresas se aliarán para construir un Internet exclusivamente dedicado a las pruebas técnicas avanzadas de este tipo de estrategias.

    Según informa el rotativo estadounidense, citando fuentes militares, la cantidad de empleo que actualmente la Administración de Defensa emplea en la rama destinada a ordenadores e Internet no es nada desdeñable. En concreto, se trataría de entre 3.000 a 5.000 especialistas en operaciones informáticas militares, junto con entre 50.000 a 70.000 soldados que se dedican a labores informáticas generales. Si se añaden especialistas de ramas afines, el número podría ascender a los 88.700.