Telecomunicaciones y tecnología
El golpe de Pekín a Jack Ma anticipa el ocaso de la edad de oro de la tecnología china
José Luis de Haro
Nueva York,
El gobierno de China está dispuesto a ofrecer una tregua al multimillonario Jack Ma. Eso sí después de forzar a Ant Group a transformarse en un holding financiero y exigir a Alibaba el pago de una multa récord de 2.800 millones de dólares por su abuso dominante del mercado.
Las medidas contra las empresas de Ma forman parte de un esfuerzo más amplio por controlar el floreciente sector tecnológico chino. Los reguladores convocaron también esta semana a 34 líderes de la industria, como ByteDance o Tencent, advirtiéndoles que no deben cruzar "la línea roja de las leyes". Es decir, durante el próximo mes tendrán que cesar sus comportamientos anticompetitivos o de lo contrario enfrentarán sanciones severas.
De esta forma se busca poner fin a la década de expansión ilimitada que ha conseguido crear gigantes tecnológicos chinos para plantar cara titanes estadounidenses de la talla de Amazon, Facebook o Google.
A partir de ahora las empresas tecnológicas chinas deberán actuar con mucha más cautela a la hora de proceder a realizar compras, satisfaciendo con creces los requisitos del gobierno chino y reduciendo los precios en los ámbitos que dominan.
En particular Ant Group tendrá que encontrar la manera de desvincular el mayor servicio de pagos de China de su negocio de préstamos al consumo, que está creciendo rápidamente. Además deberá reducir su emblemático fondo del mercado monetario Yu'ebao, que en su día llegó a convertirse en el mayor del mundo.
En su decisión, el Banco Popular de China dijo que quería "evitar la expansión desordenada del capital" y garantizar que todo el negocio financiero de Ant se regula bajo una única sociedad.
Las duras medidas contra Ant Group contrastan con las aplicadas a Alibaba, que el sábado fue multada por comportamiento anticompetitivo. Aún así, la histórica factura impuesta por la Administración Estatal para la Regulación del Mercado de China podría haber sido aún mayor, dado que podría haber sancionado a la compañía con el pago de hasta el 10% de los ingresos de Alibaba en 2019. Tampoco se obligó al gigante minorista online a deshacerse de parte de sus negocios o trocear sus operaciones.
Los analistas de Moody's estiman que los cambios exigidos por Pekín en la forma en que la empresa trata con los vendedores de su plataforma "limitarán la capacidad de Alibaba para aumentar su cuota de mercado". Sin embargo, señalan que el grupo dispone de abundante efectivo para hacer frente a estos desafíos.