Tecnología

Los influencers virtuales: una nueva forma de ficción adaptada al marketing

  • Son marcas destinadas a la promoción de otras marcas
  • Tienen muchas ventajas frente a los influencers reales: sin escándalos y omnipresentes
  • Los influencers tenderán a una mayor naturalidad para diferenciarse de esta nueva competencia
Bermuda, Lil Miquela y Blawko, tres influencers virtuales de la empresa Brud. Fuente: Instagram

Dolores Gómez Delgado

Los influencers virtuales no son personas reales, son perfiles en redes sociales que tienen una imagen humana y hasta cuentan una historia personal, pero en realidad son marcas. "Es una marca que otras empresas utilizan para promocionar sus productos", asegura Luis Díaz, CEO de la agencia H2H especializada en marketing con influencers.

Son una nueva forma de ficción, una historia inventada y contada a través de post en redes sociales. "Es muy importante que haya un story telling detrás de estos personajes. Que tengan una personalidad propia, unas opiniones sobre los temas actuales o que apoyen a ciertas causas" asegura Díaz, es así como llegan a conectar con los usuarios y seguidores.

La ficción ha ido evolucionando con los distintos formatos: el libro, el comic, las películas, las series, los videojuegos, y ahora los influencers virtuales. Sin embargo, estos se diferencian en algo muy importante, son marcas creadas para promocionar otras marcas. La principal actividad de estos perfiles es llegar a tener muchos seguidores y ser capaces de influir en ellos(de ahí, la palabra influencers) para que consuman las marcas que les pagan. 

Ese es el mismo negocio del que viven los influencers 'clásicos' o los de carne y hueso. Estos, sin embargo, tienen a un equipo humano especializado en la comunicación de marca pensando las respuestas y las reacciones de este personaje. 

¿Por qué las marcas confían?

Existen muchas ventajas de los influencers virtuales respecto a las personas que se han hecho famosas con sus redes sociales. En primer lugar, no hay polémicas. Los influencers muchas veces se ven envueltos en líos por sus opiniones o reacciones en ciertos temas que pueden tener un impacto importante en las marcas que promocionan. Este riesgo se minimiza al tener un equipo de profesionales de la comunicación detrás de cada reacción. Además, son expertos en conocer las tendencias de redes sociales y conocen los temas con los que los millenials o incluso la Generación Z se ve más identificado. "La principal ventaja es el compromiso y la seguridad que aportan a las marcas en sus colaboraciones, puesto que detrás de ellos se encuentran profesionales de la comunicación que jamás pondrían en peligro la reputación de ninguna marca", aseguran los expertos de Brandmanic.

Por otra parte está la omnipresencia. El primer influencer virtual español fue David Backpaker, creado por la agencia H2H para probar el alcance de este tipo de influencers. Era un perfil especializado en los viajes y que se modelaba con imágenes 3D sobre una persona real. "En una ocasión nos contrató una marca de Reino Unido para participar en una campaña. Para llevar a David no necesitábamos llevar a nadie físicamente, sino que contratamos a un modelo con la misma complexión", asegura Luis Díaz, CEO de la empresa H2H. David podía estar en dos sitios a la vez, y se ahorraban cantidades grandes de dinero en el transporte de una persona en concreto. 

El contenido es el rey

¿Por qué 1,8 millones de personas siguen un perfil de una chica creada por una marca? ¿Cómo Lil Miquela llegó a estar incluida por la revista Time como una las personas más influyentes de Internet? 

Los expertos responden a esta pregunta, el contenido es el rey de las redes sociales. No es tan importante la persona real que hay detrás de lo que se cuenta, sino lo que cuenta y cómo. "Llegamos a la conclusión de que un influencer virtual puede llegar a tener el mismo alcance que una influencer de carne y hueso, porque lo que les interesa a los seguidores no es quién hay detrás sino que les llegue la información que buscan, sobre cámaras o sobre drones, en nuestro caso", asegura Luis Díaz, sobre David Backpacker, el perfil virtual que crearon para testar la idea. 

"Entendemos a este tipo de perfiles como marcas propias, diseñadas por profesionales. Al final el contenido siempre será el rey, en este tipo de perfil o con personas reales detrás", aseguran desde Brandmanic. Además, esta empresa de marketing especializada en influencers asegura que su interacción con personas reales es uno de los puntos que los hace más interesantes. 

Obligados a adaptarse

¿Tienen algo de lo que preocuparse los influencers 'clásicos'? Si tenemos en cuenta todas las ventajas de sus versiones virtuales y que además pueden llegar a tener el mismo número de seguidores e influencia, parece claro que esta forma de comunicación se va a imponer en los contratos con las marcas. 

No obstante, los especialistas no creen que esto vaya a ocurrir en un futuro próximo. "En plena era digital es casi obligatorio adaptarse y evolucionar y, por lo tanto, los influencers también tendrán que hacerlo. Sin embargo, a pesar del éxito de estos personajes virtuales, los influencers reales no los ven como competencia, al menos por el momento", aseguran desde Brandmanic. 

Díaz, por su parte, cree que ambos van a convivir en el mismo ecosistema, pero que los influencers reales van a apelar cada vez más a sus autenticidad para diferenciarse. "Instagram era un espacio con muchos fuegos artificiales, en el que las influencers abusaban de Photoshop hasta parecer casi virtuales, el uso de los filtros y todo eso. Sin embargo, esto se ha ido difuminando el 2019 y ahora se apela más a un contenido natural y orgánico", asegura el CEO de H2H. Lo vemos en esta publicación de @dulceida una de las instagramers más famosas en España.

El público cada vez busca más lo 'autentico' y en este área es en el que las personas reales van a seguir teniendo más impacto. Además, la naturalidad y fluidez con la que responden los influencers reales, que tienen sus vivencias o experiencias, que cambian de opinión y evolucionan, esto no ocurre con tanta naturalidad en los virtuales, aseguran desde Brandmanic.

Lil Miquela

Miquela es la primera influencer virtual que ha obtenido una dimensión mundial que nació de Brud, una empresa de inteligencia artificial de Estados Unidos. Llegó a Instagram en 2016, en 2018 fue considerada como una de las 25 personas más influyentes de Internet por la revista Time y en 2019 se valoró su marca en 125 millones de dólares. Marcas como Adidas, Calvin Klein o Spotify han confiado en ella para promocionarse. 

Como ya hemos comentado Miquela no es solo una cara bonita en 3D, sino que tiene anécdotas, va a fiestas o da su opinión sobre campañas a favor del colectivo LGTB+ o en contra del racismo. A pesar de que la falta de escándalos es una de las ventajas de estos perfiles, Miquela ya tiene al menos uno a sus espaldas. La opinión pública no acogió con buenos ojos que sus creadores decidieron fingir una situación de acoso del personaje, consideraron que frivolizaba el problema.