Videojuegos

Cuando éxito no es sinónimo de futuro en los videojuegos

  • Hideo Kojima tendrá que buscar suerte fuera de Konami

Fernando Borjas, JuegosADN

A diferencia de otras actividades, parece que en el sector de los videojuegos el éxito no siempre garantiza continuidad o libertad creativa para sus responsables, al menos en la industria japonesa. Las gigantescas editoras de videojuegos niponas se caracterizan por un control realmente estricto de sus licencias desde arriba y en los últimos años parece que la prioridad con algunas de ellas es su sobreexplotación en el mercado. Esta tendencia posiblemente venga influenciada por el boom de los juegos para móviles en el país asiático, que está dejado grandes beneficios para las compañías destinando realmente pocos recursos a su creación.

La de Hideo Kojima, una de las vacas sagradas de la industria interactiva nipona, parece que será la próxima cabeza por cortar tras sus desavenencias con la dirección de Konami, compañía para la que ha trabajado durante más de 25 años. La gran cantidad de recursos que ha movilizado el desarrollador para dar vida a su última obra, Metal Gear Solid V: The Phantom Pain, el motivo del desencuentro entre las dos partes. Por un lado, el director y su estudio, Kojima Productions, dispuestos a crear un videojuego que marcara a una generación desde todos los puntos de vista: jugable, narrativo y tecnológico, haciendo uso del tiempo y movilizando los recursos que fueran necesarios. Por el otro, una compañía como Konami, con múltiples ramificaciones en sus actividades fuera de los videojuegos, que parece no estar dispuesta a arriesgar su inversión en grandes superproducciones como antaño.

Dejando de lado sus etapas doradas en los videojuegos a finales de los 80, con gran peso en el mundo de las recreativas, o a finales de los 90, cuando sus franquicias más importantes estaban en lo más alto, Konami es una compañía muy distinta hoy en día. Su actividad está muy diversificada, con una notable presencia en el negocio de las pachinko (máquinas tragaperras japonesas) y la salud y bienestar, con una red de gimnasios por todo Japón, además del mercado de videojuegos para móviles, que cada vez da más beneficios. Esta nueva mentalidad habría llevado a Konami a enfrentarse con el modelo creativo de Kojima Productions, cuyo objetivo es codearse con los grandes lanzamientos blockbuster occidentales, pero que conlleva un gran riesgo de inversión que no todos están dispuestos a asumir.

Metal Gear Solid V: The Phantom Pain ha supuesto la ruptura final entre las dos partes, hasta el punto que tras finalizar el desarrollo Konami ha decidido desmantelar totalmente el estudio del creativo y parece dispuesta a prescindir de Hideo Kojima en el futuro. El creativo, que precisamente este lunes ha cumplido 52 años, afirma que seguirá "trabajando el resto de su vida en la industria del videojuego", aunque desde hace meses no hace ningún comentario sobre su relación con la compañía. La paradoja la encontramos con el lanzamiento del videojuego, que tendrá lugar el próximo 1 de septiembre en todo el mundo, apuntando a imprescindible de 2015, con gran volumen de reservas hasta el momento y que todo apunta reportará a Konami una gran cantidad de ingresos.

A pesar del previsible éxito de masas de la obra culmen de Kojima, parece que ya no hay vuelta atrás. The Phantom Pain será el último trabajo del creador de la licencia Metal Gear en Konami, que por cierto ostenta todos los derechos sobre la marca. El futuro de Hideo Kojima en la industria parece asegurado, pues no le faltan novias, y su club de seguidores es multitud; otro cantar es lo que ocurrirá con la licencia, que tras Metal Gear Solid V seguro Konami pretende rentabilizar con más entregas. El padre de esta serie de sigilo parece haber dejado todas las puertas cerradas argumentalmente, aunque es seguro que la compañía encontrará la forma de seguir explotando la licencia, aunque ahora su futuro es incierto, tras la salida del director/productor y toda una cúpula de creativos de talento bajo el paraguas de Kojima Productions.