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Avance.- Sim City: 'Alcaldear' nunca fue tan fácil, ni divertido



    MADRID, 22 (Jesús Delgado/Portaltic) Con la segunda beta de la nueva versión del histórico simulador de urbanismo, EA calienta motores para lanzar en marzo el lavado de cara definitivo la franquicia.

    Con la segunda beta de la nueva versión del histórico simulador de urbanismo, EA calienta motores para lanzar en marzo el lavado de cara definitivo la franquicia.

    Decir el nombre de Sim City debería ser sinónimo de entretenimiento y estrategia urbana de alto nivel. No en vano, desde su lanzamiento en 1989, Sim City se ha convertido en todo un referente del sector de la estrategia y la simulación política, hasta el punto de que ha dado lugar a spinoffs tales como los exitosos Los Sims o algunos históricos olvidados como el Sim Hospital.

    Así, Sim City arranca desde una premisa muy básica, el jugador es el alcalde recién elegido de una localidad y deberá asegurarse de gestionar la vida en el pueblo para convertirlo en toda una metrópolis. ¿Cómo? Desde construyendo carreteras hasta abriendo comisarías, levantando áreas residenciales o comerciales, y atendiendo en general las necesidades de sus ciudadanos. (Y no, no hay maletines de por medio).

    Por supuesto, para poder realizar estas funciones el jugador cuenta con una interfaz, una barra, en la parte inferior de la pantalla, a través de la cual puede elegir las distintas opciones de construcción, así como acceder a los informes e indicadores que muestran cómo se está realizando la gestión de la ciudad. Las opciones de construcción contenidas en ésta irán evolucionando con el tiempo, a medida que se vayan superando una serie de pruebas (propuestas ciudadanas) que van llegando paulatinamente al Ayuntamiento y que se deben superar para avanzar en el juego.

    Así, aunque el planteamiento y la forma de este nuevo juego recuerda bastante al de Trópico 4 de Kalipso, y otros títulos similares, es bastante más sofisticado en comparación. De hecho, una de sus novedades es que las áreas importantes: viviendas, comercio e industrias no se construyen por bloques, sino por zonas que se solapan a las carreteras, las cuales a su vez deberían estar adecuadas para resistir el tráfico que circula por ellas. Lo cual complica bastante las cosas. Ya que el jugador tendrá que tener mucho cuidado en dónde levanta los nuevos edificios, para asegurarse la felicidad de sus ciudadanos y la funcionalidad de la ciudad.

    Por ejemplo, si el jugador pretende crear un barrio residencial de clase alta, esperando tributar más impuestos a sus residentes, deberá erigirlo lejos de las zonas industriales y rodearlo de parques y comercios. Pero, claro, tampoco podrá descuidar los barrios obreros para asegurar mano de obra en fábricas y centrales energéticas. Lo cual lleva a su vez a la elección de los servicios que la ciudad ofrece: sanidad, seguridad, educación, transporte.... su selección debe realizarse con cuidado, para lograr una ordenación efectiva de todo el conjunto urbano y no crear ghettos o zonas en guerra que hagan peligrar la estabilidad ciudadana.

    Como pega, cabe destacar que los gráficos no son nada del otro mundo, y a decir verdad, incluso pueden ser un poco básicos sino simplistas. Pero teniendo en cuenta que se trata de un simulador político y no del último shotter de la casa, es un pecadillo facilmente perdonable.

    PRIMERA IMPRESIÓN

    La sensación inicial que deja este quinto Sim City es que EA y Maxis han volcado en él todos los conocimientos del sector y buena parte de lo aplicado a juegos similares, creando un constructo que aglutina lo mejor (y en menor medida, lo peor) del género. Por lo tanto, seguramente los fieles a la saga Sim estarán encantados con él, sino no lo están ya.