Internet
El IVA en los soportes digitales, un obstáculo para las iniciativas de Internet
Con motivo de la celebración del Día de Internet vuelve a aparecer el debate sobre la necesidad de un IVA reducido para las plataformas digitales que permita así un incentivo para emprendedores que buscan el desarrollo de la cultura digital.
El caso más llamativo es la diferencia entre el tipo impositivo entre las publicaciones en papel y en formato digital. Mientras que los eBooks , y las iniciativas en otros soportes, tienen un gravamen del 18% a sus versiones en papel se les aplica un 4%. Esta reducción no se consiguió en la pasada legislatura por la negativa de Bruselas que alegando la Directiva 2006/112/CE, consideraba la descarga de un libro digital como una transacción de comercio electrónico y no como un libro, al que se le podría aplicar IVA superreducido.
Además de en España, la diferencia entre el tipo impositivo entre el formato físico y el digital es de un 4% por un 20% en Italia, de un 7% contra un 19%, o especialmente sangrante es el caso del Reino Unido con una diferencia del 0% por el 20%. Sin embargo, los estandartes europeos del desarrollo de la lectura digital son Luxemburgo y Francia, ya que han sido los primeros países en equiparar el IVA de los libros electrónicos al nivel de los impresos.
Luxemburgo y Francia, los abanderados
Desde el 1 de enero el Parlamento de Luxemburgo aprobó un gravamen del 3%, el mismo que tenían los libros en papel, considerándolos así de un elemento de necesario impuesto superreducido, un motivo más para que Amazon se encuentre más cómoda en su sede europea.
Asimismo, desde el mismo día Francia tomó una medida similar aunque su resolución fue distinta. En vez de bajar el 19% de impuesto que tenían los eBooks al nivel que tenía el libro de papel, un 5,5%, estableció un impuesto para ambos del 7% gracias a la modificación de la Ley Lang, que además estableció un precio mínimo para los libros en papel.
Sin embargo, Francia ha ido un paso más allá y se aventuró a definir que "El libro, digital o sobre soporte físico, tiene por objeto la reproducción y la representación de una obra original, creada por uno o más autores, constituida por elementos gráficos (textos, ilustraciones, diseños?) y publicada bajo un título."
Al tiempo que equiparaba ambos argumentando que: "el libro digital no difiere del libro impreso salvo por los elementos necesarios e inherentes a su formato. Son considerados elementos accesorios propios de un libro digital las variaciones tipográficas y de composición así como las modalidades de acceso al texto y a las ilustraciones (motor de búsqueda asociado, modalidades de cambio de página o de hojeado de su contenido)".
Asimismo con el objetivo de dejar clara la diferencia con el comercio electrónico que marcaba Bruselas, el gobierno francés difinió que el libro digital "está disponible al público a través una red de comunicación en línea, especialmente por descarga o streaming, o por un medio de almacenamiento extraible."
IVA reducido también para periódicos
Tras la aplicación efectiva de estos tipos impositivos en Francia y Luxemburgo, la Asociación Europea de Editores de Diarios (ENPA) reclamó a la Comisión Europea la posibilidad de aplicar un IVA reducido, o cero, a los periódicos impresos y digitales, especialmente a estos últimos, ya que se les aplica a nivel europeo unas tarifas que oscilan entre un 15 y un 25% (en España un 18%), pagando así impuestos superiores a sus ediciones en papel, a las que se les suele aplicar un tipo impositivo reducido.
Según la directora ejectiva de la ENPA, Francine Cunningham lo idóneo sería un marco normativo europeo capaz de favorecer la recuperación del sector por si mismo, en vez de que al final "fuese la propia Unión Europea la que se viera obligada a salvarla llegada el caso". Cunningham, además defiende en la necesidad imperiosa de la bajada del IVA para los soportes digitales, ya que la diferencia del ingreso publicitario con las ediciones de papel es mucho menor.
Por su parte, el director adjunto de Educación y Cultura de la CE, Jan Truszczynski, es partidario de un "impuesto uniforme, al margen de que los contenidos se impriman en papel o se transmitan a una tableta digital".
Sin embargo, lo único cierto a día de hoy, es que sólo Bulgaria, Finlandia, Eslovaquia y Polonia, aplican los mismos tipos reducidos a ambos soportes, mientras que en el resto de Europa la diferencia impositiva es dañina para el sector.