Sucesos
El maquinista comenzó a frenar siete segundos antes del descarrilamiento y se salió de la vía a 179 km/h
Francisco José Garzón Amo, maquinista del Alvia que sufrió un grave accidente, con 79 muertos y más de 150 heridos, comenzó a frenar siete segundos antes del descarrilamiento, cuatro segundos después de concluir la llamada telefónica hecha por el interventor que iba en el convoy. En el momento de salirse de la vía el tren circulaba a 179 kilómetros por hora, zona donde la velocidad máxima permitida es de 80. Además, habló a 199 km/h con el interventor que viajaba en el tren hasta 11 segundos antes del accidente y escuchó mientras un aviso que indicaba la proximidad del tramo con un límite de 80. El maquinista y el interventor hablaron 11 segundos antes del accidente
Así consta en el informe sobre el contenido de las cajas negras del tren siniestrado recibido este viernes en el Juzgado de Instrucción Número 3 de Santiago, en el que se precisa que se aplicó el freno de "emergencia-seta" con el tren ya descarrilado y la velocidad se redujo a 153 kilómetros por hora.
Las cajas negras
El minucioso informe del contenido de las cajas negras elaborado por la Unidad Central de Criminalística de la Comisaría General de la Policía Científica, al que ha tenido acceso Efe, fija el primer registro de voz a las 20:39:15, tras sonar el politono del teléfono corporativo de Garzón, extraviado tras el siniestro, a las 20:39:06.
El diálogo se prolonga un minuto y cuarenta segundos, aunque no queda constancia de que cuelguen en algún momento.
A las 20:41:06, y hasta las 20:41:16, se percibe el inicio del sonido de arrastre del convoy, a consecuencia del descarrilamiento.
En el momento del sonido de aviso de la llamada que hizo el supervisor de los servicios a bordo desde el vagón tres al conductor, éste manejaba a 199 kilómetros por hora, dentro del límite permitido y normal en el tramo del recorrido en el que se encontraba, e inicia el diálogo a la misma velocidad.
Cuando se detecta (20:39:52) el primer aviso acústico de una señal avanzada (E,7-vía libre), que según ha explicado Renfe indica la proximidad de la bifurcación de A Grandeira, con un límite de 80 kilómetros por hora, la velocidad es, igualmente, de 199 km/h, mientras que a las 20:40:55, coincidiendo con el último sonido de voz exclamativo de Garzón Amo (¡aaayyyyy!), ésta se ve reducida a 195.
A las 20:40:56, de nuevo otro aviso acústico correspondiente al paso por la baliza previa de la señal de entrada E7, a escasos quinientos metros del lugar del siniestro.
Cuatro segundos más tarde, a las 20:40:59, el maquinista procede a la aplicación del manipulador de freno en posición de emergencia, y, a las 20:41:02, otro aviso acústico.
El descarrilamiento
El Alvia que cubría la ruta entre Madrid y Ferrol descarrila a las 20:41:06 a 179 kilómetros por hora, en el punto kilométrico 84,413. A las 20:41:10 se emplea el freno de emergencia seta y la velocidad baja a 153 kilómetros por hora, aunque ya una vez que el tren, compuesto por trece vehículos, ha impactado y se desencaja.
Es decir, en el punto kilométrico 84/591 con el tren ya descarrilado.
El informe sobre soportes electrónicos e informáticos va acompañado de gráficos en los que se analizan tanto los datos de voz como las velocidades.
El juez instructor Luis Aláez ha convocado para esta mañana, a las 10:00 horas, al interventor, con el objeto de tomarle declaración en calidad de testigo en el juzgado de instrucción número tres de Santiago.
Garzón Amo, que recibe ayuda psicológica, está imputado por 79 homicidios y una pluralidad de delitos de lesiones, en ambos casos por imprudencia profesional.
En el análisis de datos han estado presentes, por parte de Renfe, el jefe de área de investigación técnica de accidentes y el jefe de maquinistas; y de Adif, el gerente y un técnico del área de seguridad de Circulación Noroeste, así como un representante de Fomento.
El informe sobre el contenido de las cajas negras, elaborado y firmado por agentes de Policía, personal de Renfe, de Adif y del Ministerio de Fomento, se recibió hoy en el juzgado de instrucción número tres de Santiago alrededor de las once de la mañana, informa el Tribunal Superior de Justicia de Galicia.
A la vista de que algunos medios han tenido acceso a este informe con anterioridad a su llegada al juzgado, el magistrado Luis Aláez ha decidido deducir testimonio de lo ocurrido para que el juzgado de guardia inicie una investigación penal por un presunto delito de descubrimiento y revelación de secretos.
En estos momentos, señala la misma fuente, están personados en la causa Renfe, Adif, dos aseguradoras como responsables civiles y dos particulares como perjudicados. La posibilidad de personarse en la causa permanece abierta hasta que se dicte el auto en el que se dé por concluida la instrucción.
La declaración del interventor
El interventor del Alvia que descarriló el pasado 24 de julio en Santiago de Compostela, Antonio M.M., ha reconocido ante el juez instructor que llamó al maquinista momentos antes de registrarse el accidente ferroviario en Angrois. Desde el fin de la llamada hasta el descarrilamiento transcurrieron 11 segundos, según el informe de las cajas negras.
Según ha informado el juzgado, en su declaración, que se prolongó durante poco más de una hora, el interventor admitió ser el autor de la llamada recibida por el maquinista.
Antonio M.M., ha asegurado, antes de comparecer ante el juez, que tenía el móvil "en el bolsillo" cuando salió del tren siniestrado y que "en ningún momento" se consideró "culpable" del accidente en el que fallecieron 79 personas.
Tras su declaración en calidad de testigo, el interventor ha rechazado hacer declaraciones a los medios de comunicación a su salida del juzgado, poco antes de las 12.00 horas. Abandonó el edificio judicial acompañado por cuatro policías que pidieron a los medios de comunicación "respeto" para el interventor quien, como han recordado, "aún tiene una costilla rota".
Precisamente, a su llegada a las dependencias judiciales sobre las 9.15 horas -estaba citado para las 10.00 horas-, el interventor reconoció ante los medios de comunicación que no se encontraba "bien psicológicamente".
Asimismo, también en una breve declaración a los medios, al ser preguntado por el auto de la citación, en el que el titular del Juzgado de Instrucción Número 3 de Santiago, Luis Aláez, considera que la actuación del interventor del tren siniestrado "en principio se presenta correcta, ajustada a los procedimientos del operados", Antonio M.M. ha señalado que "en ningún momento" se consideró "culpable".