Polémica por la muerte del batería de Los Piratas: su mujer desmiente que fuera un maltratador
EcoDiario.es
Un día después de la muerte de Javier Fernández Fernández, exbatería de Los Piratas, su mujer, presuntamente víctima de género de su esposo, desmiente que el artista fuera un maltratador. "Nos amaba con todo corazón al bebé y a mí", recoge el comunicado del que da cuenta un medio gallego.
El relato de la mujer del batería de Los Piratas dista mucho de la versión oficial de los hechos que pasa por una llamada telefónica al cuartel de la Guardia Civil, dando aviso de un posible maltrato, y de la actuación posterior de los agentes, que obligados a defenderse de la amenaza del artista con cuchillos y tenedores, fue reducido con un disparo en el abdomen, lo que le provocó la muerte.
El comunicado de su esposa
Hoy, su esposa ha difundido a través de las redes sociales un comunicado en el que explica su versión del suceso acontecido este miércoles en Ponteareas (Pontevedra), y que terminó con la muerte de su marido, Javier Fernández, tras ser disparado por un agente de la Guardia Civil que se personó en el lugar alertado de un posible caso de violencia de género.
"Soy la mujer de Javier, Hal 9000, batería de Los Piratas. No voy a permitir que se manipule la información sobre lo ocurrido. Hal era la persona más cariñosa del mundo. Nos amaba con todo su corazón al bebé y a mí. Jamás fue un maltratador. Éramos completamente felices. Todos sus amigos y familia saben que era una persona llena de amor. Todos saben cómo se desvivía por nosotros. Hal es una víctima", recalca Montes.
En esta línea, añade: "Primero víctima de un trastorno bipolar que estaba perfectamente controlado desde hace 10 años hasta que su psiquiatra tuvo la brillante idea de retirarle todo el tratamiento a pesar de que la familia le pedimos en dos ocasiones que no lo hiciese, ya que, el complicado nacimiento del bebé le había afectado. Fueron momentos de mucha tensión".
"Incluso él fue conmigo al psiquiatra a comentarle que se encontraba nervioso. Hal no agredió a ningún agente, hubo tensión pero no agresión. Fue también víctima de una mala práctica que desencadenó este terrible final. Hal, cariño, no permitiré que manchen tu nombre. Yo sé lo que nos querías. Te quiero y siempre te querré", sentencia.
Retenida ella y el bebé
La información de El Faro de Vigo afirma que el músico mantuvo retenidos toda la noche a su mujer y al bebé de dos meses hijo de ambos, hasta que ella pidió ayuda y un vecino de la zona alertó a la Guardia Civil.
Este medio añade el testimonio de los vecinos que fueron quienes indicaron a los agentes que un hombre estaba encerrado en el domicilio con su bebé y que previamente había agredido a su pareja en la vía pública.
Este miércoles, la familia analizaba con su abogado la posibilidad de denunciar la actuación de la Guardia Civil al considerar que la actitud de los agentes pudo ser inapropiada, y también la actuación del psiquiatra que le dio el alta. La familia del batería de Los Piratas dice que fue "víctima de un error y de la decisión del psiquiatra"
Según la versión oficial, los hechos ocurrieron este miércoles minutos antes de las 12.00 horas. Una patrulla del puesto de la Guardia Civil de Ponteares (Pontevedra) recibió el aviso para desplazarse a la Parroquia de Gulanes, concretamente a la calle Costa Sequeiros, número 36, por un supuesto caso de violencia. Se les avisó a los agentes del Instituto Armado que el presunto agresor se encontraba muy nervioso.
Ante el tipo de aviso recibido, hasta el lugar se desplazó también una ambulancia del 061 con un médico. Al llegar a la zona, los propios vecinos indicaron a los agentes que se trataba de una caso de malos tratos y que la mujer presuntamente agredida había salido a la calle mientras que su pareja, Javier Fernández, seguía dentro del domicilio con el bebé de ambos.
Cuando la pareja de la Guardia Civil se aproximaba a la casa, se cruzaron con una tercera persona que llevaba al bebé de la pareja en brazos para entregárselo a la madre. Según declaró a los agentes esta persona, el bebé se lo había dado el propio agresor. Este vecino acompañó a los agentes hasta la casa donde se encontraba el batería de Los Piratas.
Al llegar al domicilio, se lo encontraron en ropa interior, descalzo y tan sólo acertaba a hablar incongruencias, según las mismas fuentes. Su estado era de nerviosismo y amenazó de muerte a los presentes. La patrulla de la Guardia Civil trató de convencerle para que se tranquilizase y saliese de su casa para ser atendido por el personal médico allí presente. En ese momento gritó muy alterado diciendo: ¡os voy a cortar en trocitos!
Acto seguido se metió al interior de la casa hasta donde le siguió uno de los agentes que pudo ver como de un cajón abierto de la cocina cogió varios cuchillos y tenedores con los que llegó a agredir al guardia civil en la cara con uno de los cubiertos. Eso obligó al miembro del Instituto Armado a retroceder hacia la puerta, pero el hombre le siguió para intentar agredirle de nuevo. Fue entonces cuando el otro guardia civil de la patrulla, al ver en peligro la vida de su compañero, efectuó un disparo en el abdomen del agresor, siempre según las mismas fuentes. Aún en el suelo, tras ser abatido, el batería de Los Piratas trató de hacerse de nuevo con los cubiertos que se habían esparcido por el suelo. Fue inmovilizado por los agentes y atendido por los servicios médicos, que lograron estabilizarlo. Posteriormente fue llevado al hospital de Meixoeiro de Vigo, donde finalmente falleció horas después.