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Hoja de Ruta para el CO2 de los sectores difusos



    España ha elaborado una Hoja de Ruta para reducir el CO2 de los sectores difusos y cumplir con los objetivos vinculantes de 2020; precisa 27.000 millones y rendirá más de 50.000 en las próximas dos décadas

    Reducir el CO2 en los sectores difusos ?todos los que no se incluyen en el régimen de comercio obligatorio? corresponde a los estados miembros de la UE. Para alcanzar la cuota de reducción asignada, España ya ha tenido que comprar Derechos de Emisión a otros socios comunitarios por un valor superior a los 800 millones de euros y se preveía que durante esta legislatura tuviera que gastar otros 500 millones.

    Sin embargo, la crisis ha evitado tanto gasto ?se ha quedado en 40 millones? y ahora que la economía se recupera, el reto está en alcanzar dicha cuota, el 10 por ciento de reducción en 2020 sobre los niveles de 2005, con inversiones internas que permitan ahorrarlas en vez de adquirir Derechos a los países a los que les sobren.

    Si no se hace nada, el déficit previsto de Derechos rondará los 50 millones de toneladas, lo que, aplicando el precio actual por tonelada, de seis euros, arrojaría un gasto improductivo de 300 millones de euros.

    Con la idea de evitar ese pago en mente, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) ha lanzado una Hoja de Ruta que incluye 43 medidas concretas que deberían permitir alcanzar la meta y seguir rindiendo, tanto ambiental como económicamente, durante varias décadas más.

    Todos los niveles de la Administración y más de 40 organizaciones ?desde patronales a sindicatos, pasando por empresas y universidades? han participado en su elaboración.

    Según los cálculos del Magrama, exigirá una inversión pública y privada de 27.000 millones hasta 2020, a cambio de lo cual se generarían 45.000 puestos de trabajo y se obtendría un ahorro ?sobre todo en combustibles? de 21.000 millones sólo hasta ese año, al que se sumarían otros 30.000 millones durante la década siguiente, y eso suponiendo que no se mantiene la inversión.

    El grueso de los ahorros y del empleo están en el sector de la edificación ?el boom inmobiliario se produjo antes de que entrara en vigor el actual Código Técnico? y en el del transporte, aunque la reducción del desperdicio alimentario se lleva la palma en cuanto a los ahorros factibles de emisiones.