La recesión en los mercados emergentes afectará al crecimiento global pero los mercados desarrollados siguen preparados para acelerar
El decepcionante crecimiento en los mercados emergentes ha resultado ser una de las grandes tendencias de 2013. La recesión, camino ya de intensificarse con la restricción de las condiciones financieras, tendrá consecuencias inevitables para el crecimiento en los mercados desarrollados. A medida que la demanda emergente se debilite, las exportaciones desarrolladas empeorarán seguro, en una dinámica que golpeará con especial fuerza a la Eurozona (importadora neta; EEUU se verá menos afectado, salvo que un aterrizaje forzoso produzca un contagio financiero). La desaceleración china afectará a los exportadores de materias primas (incluida Australia), aunque la mayoría de los productores de materias primas en los mercados desarrollados cuentan con el colchón de un tipo flexible de cambio. El alivio de los precios de las materias primas prevendrá presiones inflacionarias en el resto, convirtiendo a la política monetaria acomodaticia en una propuesta más fácil para los mercados desarrollados y emergentes. En general, seguimos esperando una aceleración de los mercados desarrollados en 2014 (hasta el 1,6%, frente al 1% este año) y el estrechamiento del diferencial de crecimiento emergente/desarrollado reforzará la pérdida de rendimiento de los activos emergentes.
Por Rachel Ziemba.