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Perspectiva para Turquía: los desequilibrios externos regresan al primer plano



    La recuperación de la demanda interna dará lugar a una recuperación del crecimiento en 2013, aunque vendrá acompañada de un aumento del déficit por cuenta corriente. A pesar de haberse reducido en 2012, el déficit por cuenta corriente sigue siendo un fenómeno estructural, y la naturaleza inconstante de la financiación exterior de Turquía (formada casi exclusivamente por entradas de inversiones de cartera) incrementa la vulnerabilidad de la economía a los cambios de liquidez a nivel mundial. El Banco Central de Turquía seguirá centrando su atención en la lira, en lugar de preocuparse de cumplir los objetivos de inflación o de crecimiento del crédito. El endurecimiento de las condiciones monetarias, en caso de producirse, lo hará a través de métodos macroprudenciales y otros métodos menos convencionales, en lugar de a través de subidas directas del tipo de interés de intervención. El fortalecimiento del crecimiento en 2013 y 2014 debería favorecer los ingresos fiscales, permitiendo que el estímulo se prolongue más allá de las elecciones presidenciales, pero los problemas estructurales siguen sin abordarse. La lira se verá respaldada por la fortaleza del sentimiento a nivel mundial, pero el potencial de apreciación es limitado debido a los recortes de los tipos de interés y la intervención por parte del Banco Central de Turquía.

    Por Maya Senussi e Ibrahim Gassambe.