Sarkozy justifica con el elevado paro un aumento del IVA hasta el 21,2% y el la imposición de la Tasa Tobin
- Retrasa hasta octubre el alza de los impuestos y asegura que la economía se estabiliza
La salle de fêstes, uno de los salones más lujosos del Eliseo donde se celebra la toma de posesión del nuevo presidente de la República tras las elecciones, se convirtió ayer por la noche en un plató de televisión. Nicolas Sarkozy utilizó anoche el formato de la entrevista, que se emitió en seis canales franceses, para anunciar la tercera subida del IVA en menos de cuatro meses.
El presidente galo confirmó en los diez primeros minutos de su intervención lo que los diarios franceses llevaban anunciando todo el día en sus páginas web: el aumento del impuesto sobre el valor añadido de 1,6 puntos porcentuales. Tras el alza, que entrará en vigor a partir del 1 de octubre, el IVA pasará del 19,6 por ciento al 21,2 por ciento, situándolo en el rango alto de la media de la UE.
El presidente la república, que a menos de 100 días de las elecciones se negó a referirse a si mismo como candidato, pidió a los espectadores más sacrificios para luchar contra la que se está convirtiendo en la mayor lacra de la economía francesa: el paro. El número de desempleados alcanzó su nivel más alto en diciembre con 4,53 millones, tras registrar 29.700 parados más que noviembre (+1 por ciento) y 152.000 más que un año antes.
Sarkozy justificó este nueva alza de IVA con la necesidad de financiar la seguridad social y de frenar la escalada del paro. En concreto, el alza se utilizará para financiar la reducción de los costes laborales. El impuesto sobre las rentas de patrimonio se elevará en dos puntos porcentuales hasta sobrepasar el 10 por ciento. "Asumo el riesgo de la pérdida de poder adquisitivo de las familias francesas para mejorar la competitividad de la economía", explicó el presidente de la república durante la entrevista.
Durante la intervención, Sarkozy también anunció una reforma laboral que busca profundizar en la flexibilidad del trabajo, otra para facilitar el acceso a la vivienda y una reforma en la educación. A su vez, el presidente se ha desmarcado de sus socios europeos y ha adoptado la famosa y controvertida tasa Tobin o Robin Hood antes de que se debata en la cumbre que hoy se celebra en Bruselas. Sarkozy va a gravar las transacciones financieras a partir del 1 de agosto con un impuesto del 0,1 por ciento. Además de la renta variable, los derivados y otro tipos de activos financieros están sujetos a la medida (ver faldón).
"Lejos del precipicio"
El presidente francés señaló que aunque la crisis económica sigue siendo "extremadamente profunda", los planes adoptados por los países han logrado que Europa haya dejado de estar "al borde del precipicio". "Las medidas tomadas han permitido estabilizar las cosas. Se han sentado las bases para la estabilidad financiera del mundo y de Europa", ha dicho en una entrevista retransmitida en horario de máxima audiencia.
Los duros paquetes de medidas que Sarkozy ha ido anunciado desde 2012 le han alejado de su ya legendario "no fui elegido para aumentar los impuestos", pero le han congraciado con los electores que han visto en él una fuerte determinación para atajar la crisis financiera. Esta renovada imagen le han situado un poco más cerca de la reelección y le animaron a presentarse.
Recortar 65.000 millones
El pasado mes de noviembre, con la espada de la quiebra colgando sobre su cabeza, Francia pidió sacrificios adicionales a sus ciudadanos para recortar 65.000 millones de euros, una cifra que está muy por encima de los 12.000 millones de ajustes que anunció en agosto. Entre las medidas anunciadas, Sarkozy adelantó la entrada en vigor de la edad de jubilación a los 62 años, anunció la congelación de ciertas prestaciones sociales y subió el IVA, medida que ya barajaba en octubre cuando se puso sobre la mesa de negociación la opción de elevar el tipo reducido desde el 5,5 por ciento hasta el 12,5 por ciento.
Además del alza del tipo reducido, el gobierno galo reiteró la intención de elevar el impuesto de sociedades hasta alinearlo con el de Alemania y elevó algunos tramos del impuesto sobre la renta.
Esta última batería de medidas supone cambio de la imagen que Sarkozy se autoimpuso como el azote de las grandes fortunas. Hasta noviembre, el presidente galo centraba sus recortes en los más privilegiados (alza de los impuestos a las rentas altas del 3 por ciento) para evitar que los más defavorecidos pagaran los platos. Una imagen que se ha evaporado con el alza del IVA.