Ha llegado la hora de una reestructuración ordenada, orientada al mercado pero coercitiva de la deuda griega
Como llevamos más de un año diciendo, a Grecia no sólo le falta liquidez, sino que también es insolvente y no recuperará el acceso al mercado hasta que resuelva su insolvencia. La solución que llevamos tiempo proponiendo es la misma que ya se ha utilizado en una serie de reestructuraciones de deuda estatal en economías de mercados emergentes: un cambio de todas las existencias de deuda pública por deuda nueva con el mismo valor nominal, una prórroga significativa del vencimiento (20 a 30 años) y un cupón que no sólo sea muy inferior a los actuales tipos insostenibles de mercado, sino también inferior al cupón original.
Por Nouriel Roubini.