Europa semanal: Deuda griega; volátil inflación turca; frágil crecimiento irlandés; la débil inversión fija de Rusia; la bonanza del gas de esquisto de Polonia y los infortunios bancarios de Dinamarca
Se está debatiendo la implicación del sector privado en un segundo paquete de rescate para Grecia, y los países acreedores cada vez presionan más para que la perspectiva sea más coercitiva. Los precios de consumo de Turquía cayeron un 1,4% de mes a mes en junio, bajando la inflación anual hasta el 6,4%, a lo que contribuyeron los precios de los alimentos. En el 1T, el PNB de Irlanda cayó un 4,3% de trimestre en trimestre, y el PIB se incrementó un 1,3% de trimestre en trimestre, reflejando el fuerte rendimiento de las multinacionales y otras firmas de exportación, aunque el consumo privado se mantiene frágil. El crecimiento del 4,1% de año en año en el primer trimestre de Rusia se vio impulsado casi exclusivamente por el gasto doméstico, planteando la cuestión de la sostenibilidad del gasto. El desarrollo del gas de esquisto podría ayudar a Polonia a reducir su apoyo sobre fuentes más sucias como el carbón, con lo que será más fácil cumplir los objetivos de emisiones de dióxido de carbono impuestos por la UE, aunque hay diversos Estados miembros de la UE que argumentan que la fractura hidráulica es medioambientalmente nociva. Tras tres paquetes de rescate en Dinamarca, la estabilidad financiera puede verse amenazada por las nuevas garantías contempladas por los legisladores.
Por Mikko Forss, William Oman, Elisa Parisi-Capone, David Rogovic, Ortise J. Uku y Jelena Vukotic.