Hasta el Banco Mundial se opone a los deseos de la Administración Bush sobre Afganistán y rechaza abiertamente su propuesta de resolver el problema del boom de la amapola del opio con amplios planes de erradicación de los cultivos. El Banco Mundial pide 1.404 millones para tener alternativas de cultivo en Afganistán.La solución sólo puede venir a través de proyectos de desarrollo económico alternativo a largo plazo, lo cual exige una ulterior implicación de la comunidad internacional por valor de más de 1.404 millones de euros. Eso es, al menos, lo que asegura un informe conjunto del Banco Mundial y del Departamento para el Desarrollo Internacional británico, presentado en Tokio.Y es que, mientras Washington pide a los aliados más tropas, ve cómo se rechaza su tendencia a la línea dura. Incluso en el frente de la lucha contra los narcóticos, porque la erradicación del cultivo del opio sólo fomentaría un mayor consenso entre los rebeldes. El economista del Banco Mundial y coautor del informe, William Byrd, lo dice claramente: "No nos debemos hacer ilusiones sobre un rápido éxito en la lucha contra el opio , especialmente si los conflictos y la inseguridad siguen reinando en amplias zonas del país".Desarrollo sostenible La economía del opio ha llegado a significar el 30 por ciento del PIB oficial del país y sigue siendo su principal actividad económica. Y sólo se podrá poner fin al problema con un plan de desarrollo sostenible, que ofrezca a los ciudadanos soluciones alternativas y rentables, y no con la erradicación forzada de los cultivos.De ahí el llamamiento a invertir 828.000 millones de euros en la expansión de los terrenos cultivables por medio de la irrigación, 380 millones en impulsar el surgimiento y desarrollo de empresas agrícolas y 276 millones para construir carreteras. Y todo ello en un plazo de tiempo de cerca de una década. Japón ha respondido de inmediato anunciando su contribución de 76 millones de euros. El director para Afganistán del Banco Mundial, Alastair Mckechnie, subraya la exigencia de una mejor coordinación entre los 62 donantes y solicita, asimismo, que las fuerzas internacionales recurran a los productos del mercado local para su aprovisionamiento.En cuanto a que el opio sea el producto agrícola más rentable, el informe reconoce que cada vez se tornan más evidentes las relaciones y las sinergias entre " opio e inseguridad". Industria de narcotráfico Una crítica todavía más severa es la que procede de Barnett Rubin, del Center International Cooperation de la Nueva York University, que también presentó otro informe sobre Afganistán: "Tras seis años de ayuda internacional, la expansión tanto de la industria de los narcóticos como de la insurrección constituye un severo cuestionamiento de las políticas y de la capacidad internacional"."Ahora tenemos que hacer frente incluso al problema de qué vamos a hacer con cerca de un millón de personas dependientes de la droga", reconoció el ministro de Desarrollo, Ehsan Zia. Mientras, el ministro que se ocupa de la lucha contra los narcóticos, el ex general Khodaidad, pedía dinero para organizar mejor a las fuerzas policiales. ¿No sería mejor comprar la cosecha de opio ? "Eso se hizo ya en algunos sitios -responde Byrd-, pero ésa no puede ser la solución. El 93 por ciento de la producción mundial sale del 10 por ciento de las tierras agrícolas afganas. Por lo tanto, es fácil aumentar la producción aquí".