Sanidad

"Hemos conseguido preservar la fertilidad en muchas cirugías de cáncer ginecológico, algo impensable hace años"

    El doctor Javier de Santiago junto a la doctora Alicia Hernández.


    El doctor Javier de Santiago dirige el Servicio de Ginecología del Hospital Universitario La Paz en Madrid. La doctora Alicia Hernández, de su equipo, es la coordinadora del Comité de Tumores Ginecológicos de dicho hospital.

    Con motivo del Día Mundial del Cáncer, que se celebra hoy, ambos reconocidos especialistas analizan en esta entrevista para elEconomistaSanidad la evolución que ha tenido el cáncer ginecológico en los últimos años, sin duda uno de los tipos de tumores con más avances dentro de la oncología. Hay que tener en cuenta que este tipo de cáncer es el segundo con más incidencia en la mujer, tras el de mama, y en España se diagnostican aproximadamente unos 10.000 nuevos casos al año.

    ¿Qué importancia tiene la ginecología oncológica y cuál ha sido su evolución en los últimos años?

    Dentro de la ginecología el campo donde más cambios ha habido en los últimos años ha sido en la ginecología oncológica y la endoscopia ginecológica. Antes se pensaba que la cirugía ginecológica era una cirugía con grandes incisiones y ahora externamente han cambiado mucho las cosas. Se individualiza mucho más para cada paciente, se hace a medida. De hecho el término en inglés es tailoring, es decir, somos como un sastre con operaciones a medida.

    En concreto, en la ginecología oncológica el mayor cambio ha sido la introducción de la cirugía endoscópica, la laparoscopia sobre todo. También hemos evolucionado en el tratamiento oncológico posterior, con terapias diana y, sobre todo, hemos sido capaces de incorporar el punto de vista multidisciplinar, gracias al comité de tumores, donde al paciente le ve desde el primer momento conjuntamente los servicios de oncología, radioterapia, medicina nuclear, radiología.... La decisión de tratamiento se discute y se trata entre muchos más especialistas. Esto hace que el tratamiento sea mucho más integrado. Ya se sabe desde el principio el camino a seguir entre todos.

    ¿Cuáles son los tipos de cáncer ginecológicos más frecuentes y cuál es el pronóstico de cada uno de ellos?

    En el servicio también tratamos el cáncer de mama, sin duda el de mayor prevalencia en la mujer, pero también en el que más ha mejorado la supervivencia desde hace años. Ya en el cáncer ginecológico, por orden de prevalencia, el más frecuente es el de endometrio, luego el de ovario, el de cuello uterino y el cáncer vaginal o de vulva. El de endometrio tiene un buen pronóstico, el de ovario aún es regular porque no podemos diagnosticarlo de forma precoz. En el cáncer de cuello sí ha habido grandes logros gracias a las campañas de prevención y en el de vulva también, aunque son pacientes de edades más avanzadas en las que todavía hay más pudor a consultar con el médico.

    ¿En todos estos tipos es fundamental la cirugía?

    En casi todos se hace cirugía como primer paso. Es la que establece los parámetros a seguir después. Ahora, gracias a la cirugía mínimamente invasiva, como la laparoscopia, nos permite en endometrio y en cuello hacer la misma cirugía interna que hacíamos antes pero optimizamos mucho más el resultado con una recuperación mucho mejor, con menos días de ingreso y menos complicaciones. Antes era una cirugía abierta de arriba a abajo del abdomen y ahora hacemos una sola incisión de 2 centímetros, cuando antes era de 30 centímetros. En 24 horas la paciente ya está recuperada y en 48 horas puede irse a casa.

    Esto también nos da otra ventaja muy importante, el poder iniciar el tratamiento posterior, en los casos que sea necesario, lo antes posible, que es lo más recomendable. Antes eran 8-10 días de ingreso tras la cirugía y el tratamiento posterior no podía comenzar hasta al menos un mes después. Ahora, en 15 días es posible iniciar ya el tratamiento oncológico. Así es que la laparoscopia ha revolucionado el tratamiento de la oncología.

    ¿Todos los centros hacen ya este tipo de cirugía?

    Hace años era una novedad y sólo se hacía en algunos hospitales. Ahora ya se entiende que debe hacerse este tipo de cirugía y desde hace poco se utiliza de forma generalizada, aunque puede haber hospitales y comunidades donde todavía no esté extendido. También es cierto que en mi opinión, debería haber centros de referencia nacionales para los casos más complicados. Todos los hospitales no tienen que hacer de todo ni operar de todo. Hay hospitales donde puede haber uno o dos casos de este tipo al año y creo que lo preferible sería que los casos complicados los realizaran hospitales donde pueden hacer 100 cirugías de este tipo al año.

    ¿Es posible conservar la fertilidad con este tipo de cirugía?

    Como norma general y como los casos de cáncer ginecológico suelen afectar a mujeres de edad media, con la maternidad satisfecha, el útero se suele quitar. Pero es verdad que la preservación de la fertilidad es una petición cada vez mayor, también porque cada vez lo diagnosticamos más precozmente. El mantener el aparato genital en un cáncer de cuello era una cosa implanteable hace 20 años. Ahora cada vez son más las pacientes que lo plantean. Y, actualmente, si no hay tenido hijos y los quiere tener se puede hacer una cirugía menos radical preservando la función.

    Antes la función del órgano no se planteaba. Y ahora sí que lo intentamos. Hemos visto con la medicina basada en la evidencia que el resultado puede ser comparable. Sobre todo en cáncer de cuello, que son mujeres más jóvenes y lo podemos hacer. De todas formas, si ya ha tenido hijos no tiene ningún sentido hacer una cirugía conservadora y hay que hablarlo con las pacientes. Son cirugías mutilantes con mucho impacto pero hay que hacer ver que lo importante es curarse. Hay que trabajar mucho esa parte psicológica. Se puede vivir sin el aparato genital y tener una vida igual de plena, incluso sexual. Es más importante la calidad de vida después del tratamiento.

    ¿Este tipo de tratamiento y cirugía se hace también en la privada?

    Sí. Lo mismo que estamos haciendo en el hospital de la Paz también se hace en la medicina privada. Esta filosofía de hacer cirugía mínimamente invasiva para la mujer y del tratamiento integral la trasladamos también a la consulta privada, en nuestro caso en la consulta del Hospital Vithas Nuestra Señora de América, porque cuantas más mujeres podamos tratar mucho mejor, da lo mismo que sea en el sistema público o en el privado. Es una ventaja para el paciente y para el sistema.