Saludable
Controlar con el móvil el impacto medioambiental
- La aplicación permite conocer la huella de carbono de un producto
- Esta app se basa en información aportada por el consumidor
- Origo fomenta el consumo de alimentos de proximidad
Juan Ignacio Álvarez
La aplicación Origo permite, con solo escanear el código de barras del producto, conocer el país de procedencia del alimento y su impacto medioambiental o huella de carbono.
Origo es una app gratuita de reciente creación que permite conocer la procedencia de cualquier alimento y, en consecuencia, su impacto medioambiental en forma de emisiones de CO2 a la atmósfera. Para ello, solo es necesario escanear el código de barras del producto, que revelará de qué país viene el alimento y cuántos kilómetros ha viajado hasta llegar al supermercado; es decir, su huella de carbono.
Esto último aparecerá reflejado en el móvil con un código en cuatro tonos de verde; de menos a más emisiones. Los alimentos importados recorren una media de casi 4.000 kilómetros antes de llegar a los mercados y en España importamos más de 25 millones de toneladas de alimentos, lo que se traduce en la emisión de más de cuatro millones de toneladas de CO2 a la atmósfera.
"La aplicación Origo se fundamenta en la base de datos colaborativa OpenFoodFacts, en donde la gente va aportando de forma voluntaria información de los alimentos, lo que incluye la procedencia de lo que aparezca en la etiqueta de los alimentos", explica Ignacio Pérez, fundador de Origo, que recuerda que "por ley hasta abril de 2020 no es obligatorio informar, sobre todo del ingrediente primario de los alimentos", y dice que ahora lo que aparece es la información que voluntariamente quieran poner las marcas.
Pérez no cree, en todo caso, que la ley llegue a obligar a informar sobre la procedencia de todos los ingredientes, sino solo del principal. "Con esta aplicación", subraya Pérez, "queremos que la gente sea consciente del impacto medioambiental que tienen los alimentos", razón por la cual, añade, "lo siguiente que queremos hacer es proporcionar alternativas que produzcan menos impacto". Para ello, tiene previsto ir actualizando la app e ir incorporando mejoras en una aplicación que considera que aún está en un versión inicial.
Concienciar al consumidor
Pérez relata que una de las razones para poner en marcha esta aplicación es la de aumentar el nivel de concienciación en el consumidor español sobre el lugar de procedencia de los alimentos, una preocupación que nuestro país está por detrás del coste y el contenido nutricional, lo que contrasta con otros países europeos, donde lo primero en que se fijan cuando van a comprar un producto es en su lugar de origen, algo que achaca a "una mayor preocupación por la seguridad alimentaria y el medio ambiente. Sobre todo en Francia y Suiza son mucho de consumir productos locales".
Optar por productos locales
La intención, señala Pérez, es que gracias a su aplicación el consumidor opte por los productos de cercanía o por una alternativa en el caso de que la haya, pues, lógicamente, razona, el chocolate, no la tiene; "pero sí unos garbanzos o unas lentejas, que no es necesario consumirlos de fuera".
Pérez reconoce que su aplicación puede fomentar un cierto grado de chovinismo en el consumidor. "Pero tenemos que saber que hay productos que podemos consumir de nuestro país. A lo mejor se traen productos de fuera por un tema económico, porque son más baratos, pero tenemos que ser conscientes de que tenemos productos muy buenos que no es necesario que exportemos de fuera". Además de fomentar el consumo de productos de proximidad, lo que redunda en favor de la sostenibilidad medioambiental, la app de Origo, recuerda Pérez, "ofrece información sobre si el producto lleva la etiqueta ecológica".
Pérez estudia la posibilidad de que en futuro su app pueda informar sobre si los productos a granel (los cuales carecen de una etiqueta que se pueda leer) son o no locales al estar fuera de temporada, y, en consecuencia, si han sido importados.
Conocer el ingrediente primario
A partir del 1 de abril de 2020 la industria alimentaria deberá especificar de forma clara y precisa el país de origen de los productos y su ingrediente primario para evitar cualquier confusión. Es lo que establece un reglamento aprobado por la Comisión Europea que modifica otro previo del año 2011 en el que se establecía ya la obligatoriedad de indicar el origen del alimento pero no de su ingrediente principal, y siempre y cuando la falta de tal indicación pudiera "inducir a engaño a los consumidores en cuanto al verdadero país de origen o lugar de procedencia del producto".
A partir de la fecha indicada, señala el reglamento, "la información facilitada respecto del ingrediente primario debe completar la información facilitada al consumidor en relación con el lugar de procedencia del alimento, y debe ser claramente visible y claramente legible y, en su caso, indeleble". Asimismo, la especificación del país de origen tanto del alimento como de su ingrediente primario, bien sea de un Estado miembro de la UE o de un tercer país, se debe hacer de forma "que sea fácil de entender para los consumidores medios normalmente informados".
En el caso de que las empresas opten por indicar solo que el país de origen del ingrediente primario es distinto del alimento debido a que existen fuentes de suministro múltiples o variables, el reglamento dice que "hay que establecer un marco que tenga en cuenta las diferentes circunstancias de la transformación de alimentos, pero garantizando una información comprensible.