Salud Bienestar

Sanidad financia un fármaco de Amgen y UCB contra la osteoporosis grave por 466 euros al mes

  • El tratamiento Evenity consiste en dos inyecciones subcutáneas que se administrarán una vez al mes durante un año

Ana Sánchez

El Ministerio de Sanidad acaba de dar luz verde a la financiación de un tratamiento contra la osteoporosis grave en mujeres posmenopaúsicas. La terapia Evenity, desarrollada por las farmacéuticas Amgen y UCB, tendrá un coste de 466 euros mensuales y se administrará durante un año a través de dos inyecciones subcutáneas cada mes. El medicamento es la primera innovación terapéutica que se aprueba para esta patología en la última década y llega tras un largo periodo de investigación que iniciaron ambas compañías en el año 2004.

La osteoporosis afecta a cerca de tres millones de personas en España y cada año se producen alrededor de 330.000 fracturas por fragilidad. El fármaco está dirigido hacia el 30% de esas fracturas, pero inicialmente se beneficiarán de él entre un 2% y un 5%. En un contexto de máximos, si el precio fijado por Sanidad a través del acta de la Comisión Interministerial es de 466 euros y se administra cada mes durante un año, suponiendo que cada fractura se corresponda con una persona, ambas farmacéuticas se harían con un volumen de negocio de hasta 553 millones de euros en todo el territorio español si se quedase con todo el mercado potencial.

La terapia proporciona un rápido aumento de la masa ósea y mejoras en la estructura y la resistencia del hueso. "La osteoporosis posmenopáusica y las fracturas por fragilidad constituyen un importante problema de salud de la mujer que, con demasiada frecuencia, se pasa por alto, pese a que los datos muestran que aproximadamente el 77% de las mujeres de 67 años o más permanecen sin diagnosticar y sin tratamiento después de una primera fractura. Este es el motivo por el que esta nueva opción de tratamiento es tan importante", afirma Pablo Talavera, director médico de UCB.

Los datos aportados por el fármaco en los ensayos clínicos son mejores que los de las alternativas existentes y se ha observado que desde la primera dosis ya se produce un aumento de los marcadores de formación ósea. El fármaco reduce en mayor medida el riesgo de fractura en comparación con la terapia estándar (alendronato) y aumenta en mayor medida y más rápidamente la densidad mineral ósea en comparación con teriparatida durante 12 meses respectivamente.

Una vez finalizado el tratamiento se recomienda la transición a una terapia antirresortiva con el fin de mantener los incrementos de densidad mineral ósea conseguidos para reducir el riesgo de fractura. "Menos del 40% de los pacientes que salen de los hospitales españoles reciben un tratamiento eficaz. Hay un problema grande y tenemos un desafío y una opción de mejora importante. Los clínicos llevábamos esperando el medicamento con mucho interés porque, aunque va dirigido a un determinado perfil de alto riesgo, nos puede ayudar en una serie de pacientes para los que se habían agotado las armas terapéuticas de las que disponíamos", afirma Esteban Jódar, jefe del departamento de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Quirón Salud Madrid.

Las fracturas por fragilidad causadas por osteoporosis afectan a 1 de cada 3 mujeres mayores de 50 años. "La osteoporosis es un problema de salud pública importante y, tras diez años de nulas novedades, aportamos un fármaco que ofrece una alternativa altamente eficiente. Resulta fundamental una investigación precoz para reducir un 25% la aparición de nuevas fracturas y el incremento de mortalidad que se multiplica por cinco cuando pasa un año", concluye Miquel Balcells, director médico de Amgen Iberia.

Trabas con Sanidad

La decisión de financiar el tratamiento por parte de Sanidad no llegó a la primera de cambio. En el Informe de Posicionamiento Terapéutico (IPT) elaborado por Sanidad se emitió la resolución de no financiación para el medicamento porque no encontraban un perfil de pacientes que se pudiesen beneficiar del tratamiento en España. Sin embargo, desde las compañías afirman que en el IPT no se habían incluido todos los datos clínicos que ayudaban a posicionar el medicamento, por lo que, una vez analizados todos los datos, el Ministerio tomó la decisión de financiarlo.