Los efectos en el cuerpo de beber un vaso de jengibre y cúrcuma todos los días
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Gloria Martínez
El jengibre y la cúrcuma son dos especias que provienen de la misma familia de plantas, la Zingiberaceae, y que históricamente se han utilizado como medicinas a base de hierbas. La primera es conocida por mejorar las náuseas, los vómitos y el dolor asociado con la osteoartritis y por controlar el azúcar en sangre.
Por su parte, la cúrcuma se utiliza comúnmente para la salud digestiva, las infecciones respiratorias y el dolor de artritis. Varias investigaciones han demostrado que combinar jengibre y cúrcuma puede ayudar a reducir la inflamación y el dolor, estimular la inmunidad y proteger contra enfermedades crónicas.
La ingesta diaria de un vaso de cúrcuma y jengibre en forma de batido o mezclados con agua, tiene un sinfín de beneficios para el cuerpo humano. Ambos alimentos contienen compuestos con fuertes propiedades antioxidantes, como el gingerol, el shogaol y la curcumina por ello pueden ofrecer un mayor potencial antioxidante cuando se combinan.
Estos productos cuentan también con propiedades antiinflamatorias perfectas para prevenir la inflamación crónica asociada a diferentes problemas de salud. Además de hacerte sentir menos hinchado, también ayudan a mantener el sistema inmunológico saludable gracias a su labor en la prevención del crecimiento de bacterias.
Un vaso de jengibre y cúrcuma puede ayudar a mejorar la salud del corazón al reducir la inflamación, que está notablemente asociada con las enfermedades cardíacas. Sin embargo, dado que tienen propiedades anticoagulantes, tomar grandes dosis de estas especias junto con medicamentos anticoagulantes puede conllevar riesgos, por lo que es importante consultarlo con el médico.