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Quiénes no deberían consumir nunca en la vida semillas de chía y por qué


elEconomista.es

Las semillas de chía se han viralizado en las últimas semanas en redes sociales, sobre todo en 'X' (anteriormente conocido como Twitter). Normal, claro está, ya que han tenido múltiples usos a lo largo de su historia gracias a su versatilidad: no solo como semilla, sino también como harina integral, como fracciones de fibra o de proteína...

Origen

Perteneciente a la familia de la menta, la chía (denominada por la comunidad científica como Salvia hispánica) es nativa de México y Guatemala y ha sido cultivada desde tiempos precolombinos por los aztecas. De hecho, las leyendas cuentan que los guerreros aztecas podían sostenerse todo el día alimentados con una cucharada de chía.

Sin duda alguna, todas sus virtudes dietéticas llamaron la atención al mundo occidental. Aunque durante un buen tiempo no se han tenido en cuenta en muchas culturas y dietas saludables, ahora muchos especialistas en nutrición la consideran un superalimento.

Propiedades

Entre sus beneficios, cabe destacar los siguientes, según el portal especializado 'Tua Saúde':

  • Son una excelente fuente de vitaminas del grupo B y minerales, especialmente calcio, fósforo y magnesio. Y son muy ricas en antioxidantes como el selenio.
  • Son muy bajas en sodio y las pueden tomar aquellas personas que quieren reducir la sal en su dieta.
  • Combaten el estreñimiento. Es rica en fibra soluble, un tipo de fibra que absorbe agua en las heces, hidratándolas y haciéndolas más suaves.
  • Fortalece los huesos. Es una fuente natural de calcio y magnesio, minerales esenciales para mantener la densidad ósea y prevenir enfermedades relacionadas con la pérdida de masa ósea
  • Ayuda a bajar de peso. Absorbe gran cantidad de agua en el estómago, formando una especie de gel que aumenta el tiempo de digestión de los alimentos y reduce el hambre a lo largo del día.
  • Revitaliza tus rodillas. Al ser una excelente fuente de fibra y omega-3, contribuye a reducir la inflamación, lo que también ayuda a aliviar molestias articulares.
  • Evita el envejecimiento precoz. Contiene ácido clorogénico y ácido cafeico, compuestos con acción antioxidante que combaten el exceso de radicales libres.
  • Ayuda a controlar el azúcar en sangre. Reduce, debido al alto contenido de fibra, la velocidad de absorción de los carbohidratos, controlando los niveles de glucosa en sangre y previniendo la aparición de resistencia a la insulina y diabetes.
  • Evita el envejecimiento precoz. Contiene ácido clorogénico y ácido cafeico, compuestos con acción antioxidante que combate el exceso de radicales libres.

A tener en cuenta

Pese a sus aspectos positivos, cabe destacar que el consumo de semillas de chía no está recomendado en ciertas personas. Sí, hablamos de quienes padecen diabetes tipo 2, puesto que su consumo excesivo podría interferir con los medicamentos utilizados para tratar la enfermedad y provocar hipoglucemia.

Algo parecido sucede en individuos que toman medicamentos para la presión arterial, debido a que por sus propiedades, las semillas de chía pueden ayudar a reducir la presión arterial, lo cual puede ser contraproducente para quienes ya toman medicamentos antihipertensivos.

Por si fuera poco, en quienes toman anticoagulantes o antiplaquetarios, es conveniente tener en cuenta que las semillas de chía pueden ejercer un efecto anticoagulante moderado. Por último, pueden causar problemas digestivos en personas con antecedentes de problemas digestivos.