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Este es el motivo por el que no se debe tirar aceite por el inodoro

El aceite es un producto muy usado en España. Fuente: Pexels.

Raúl González Pérez

El aceite, como bien todos sabemos, es uno de los productos más habituales en las cocinas españolas. Ahora bien, es algo muy contaminante si no se trata de forma adecuada. Y es que a día de hoy, más que nunca, somos conscientes de nuestras acciones sobre el planeta y el daño que podemos provocar con simples acciones diarias.

Ante este panorama, conviene señalar que el aceite usado de la cocina puede ocasiones efectos muy adversos en el medio ambiente. De hecho, es un error tirarlo por el sumidero o por el inodoro cuando ya no lo necesitamos puesto que contamina nuestros ríos y mares.

A tener en cuenta

Sí, y a sus correspondientes ecosistemas. A pesar de ello, millones de litros de aceite continúan circulando por los desagües de los hogares españoles. El verdadero problema es que el aceite se queda en la superficie del agua y crea un episodio que impide el cambio de gases entre el aire y el agua.

Parece poco, sí, pero lleva a que la vida marina llegue a no poder respirar. Cuando esta mezcla es suficientemente gruesa causa la muerte de algas y de toda la vida marina del área, destrozando por completo la base de la cadena trófico.

Recomendaciones

Por si fuera poco, esta contaminación afecta también a los terrenos de cultivo y su rendimiento. Si no queremos contribuir a todo ello, se puede elegir entre varias opciones:

  • Reutilizarlo para volver a cocinar. Sólo hay que dejar que se enfríe y guardarlo en un recipiente para aprovecharlo lo máximo posible.
  • Solidificarlo. Cuando ya no sirve para cocinar, podemos comprar un producto específico para convertir el aceite en sólido, así podremos tirarlo a la basura.
  • Llevarlo a un punto limpio. Hay lugares destinados a almacenar este producto. En este sitio será recogido y tratado correctamente.

Como es lógico, la alternativa más adecuada es la última. Eso sí, es importante llevar ese aceite al punto limpio en botes de cristal, que también pueden ser reciclados después. Por lo general, la mayoría de puntos limpios de las ciudades se sitúan en el mismo lugar que las plantas de reciclaje de vidrio, papel y plástico.