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Síndrome de la fatiga crónica: qué es y síntomas que no debes ignorar

  • Puede afectar drásticamente la calidad de vida de quienes la padecen
  • Sus síntomas van desde el dolor muscular hasta los trastornos del sueño
  • Se distingue por la exacerbación de los síntomas tras de la actividad física o mental
Una mujer que sufre fatiga crónica se toma un café.

elEconomista.es

El síndrome de fatiga crónica (SFC) es una condición debilitante que afecta al 0'5% - 2% de la población mundial. A pesar de su prevalencia, sigue siendo un trastorno difícil de diagnosticar debido a la variedad de síntomas y la falta de una prueba específica.

¿Qué es el síndrome de fatiga crónica?

El SFC es una enfermedad compleja caracterizada por una fatiga extrema que no mejora con el descanso y que puede empeorar con la actividad física o mental. A menudo se asocia con otros síntomas, como dificultades cognitivas, dolores musculares y articulares, así como trastornos del sueño. Esta enfermedad puede afectar drásticamente la calidad de vida de quienes la padecen.

Causas potenciales del síndrome de fatiga crónica

El síndrome de fatiga crónica (SFC) es una condición médica compleja y aún no se comprende completamente. Se han propuesto diversas teorías sobre sus causas, que incluyen:

  • Infecciones virales: algunos estudios sugieren que ciertas infecciones virales podrían desencadenar o contribuir al SFC.
  • Disfunciones del sistema inmunológico: se ha observado que personas con SFC tienen cambios en la actividad de su sistema inmunológico, aunque no está claro si estas alteraciones son una causa o un efecto de la enfermedad.
  • Factores genéticos: existe cierta evidencia de predisposición genética al SFC. Algunas personas pueden tener una mayor susceptibilidad genética a desarrollar la enfermedad.
  • Estrés: el estrés físico o emocional puede desencadenar o exacerbar los síntomas del SFC en algunas personas.
  • Trastornos hormonales: alteraciones en el sistema endocrino, incluyendo desequilibrios hormonales, han sido propuestos como factores contribuyentes al SFC.

Síntomas clave que no debes ignorar

Pese a que no se conoce del todo esta enfermedad, hay algunos síntomas que no puedes ignorar si los estás experimentado:

  1. Fatiga prolongada: La fatiga persistente es el síntoma principal del síndrome de fatiga crónica. Se caracteriza por una sensación abrumadora de cansancio que no mejora con el descanso y puede durar más de seis meses.
  2. Problemas cognitivos: Las personas con SFC a menudo experimentan dificultades cognitivas, como problemas de memoria, concentración y confusión mental, conocidos como "niebla cerebral".
  3. Dolor muscular y articular: Dolores persistentes en músculos y articulaciones son comunes en quienes sufren de síndrome de fatiga crónica. Estos dolores no siempre están relacionados con la actividad física y pueden variar en intensidad.
  4. Trastornos del sueño: Alteraciones en el sueño, como insomnio o sueño no reparador, son síntomas frecuentes en pacientes con SFC. Estos trastornos del sueño pueden contribuir aún más a la fatiga y afectar la función diaria.
  5. Malestar posterior al ejercicio: Una característica distintiva del SFC es la exacerbación de los síntomas después de la actividad física o mental, conocido como "malestar postesfuerzo". Esta reacción puede durar días o incluso semanas.

Si experimentas varios de estos síntomas, es muy importante buscar la orientación de un profesional de la salud. El diagnóstico del síndrome de fatiga crónica implica descartar otras condiciones médicas que puedan causar síntomas similares.

Aunque no hay una cura específica para el SFC, existen estrategias de manejo de los síntomas que pueden mejorar la calidad de vida de quienes lo padecen. Estas terapias y estrategias sirven para mitigar la falta de sueño, el cansancio o la depresión que puede causar esta enfermedad. Los tratamientos pueden incluir cambios en el estilo de vida, terapia cognitivo-conductual y medicamentos para abordar síntomas específicos.