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Síndrome posvacacional: ¿mito o realidad?

  • Hace años era un fenómeno desconocido
  • Influye la percepción positiva o negativa del trabajo
  • Las mujeres lo sufren con más frecuencia
Imagen: Getty.

EcoDiario.es

Volver a la rutina tras un periodo de descanso no es fácil. Incluso hay personas que sufren estrés, depresión o síndrome posvacacional. Sin embargo, entre los expertos no hay consenso sobre si realmente existe esta enfermedad como tal o, por el contrario, es un mero proceso de adaptación a la vida cotidiana tras las vacaciones.

Se suele entender por síndrome posvacacional "la ansiedad o presión emocional" que se afronta al readaptarse "a las tareas laborales después de un período vacacional", tal y como indica Mapfre Salud. En cambio, según explica Francisco Javier Lavilla, especialista en nefrología, en la página web de la Clínica Universidad de Navarra, dicho síndrome era un fenómeno prácticamente desconocido hace años. De hecho no está catalogado como enfermedad "en las principales clasificaciones internacionales", dice. Pero cada vez más, año tras año al acabar el periodo estival, cobra más relevancia.

Lavilla señala que el hecho de que este síndrome no fuera conocido hace años no implica que nadie lo padeciera. Por tanto, pueden darse dos posibilidades: que no se diagnosticara o que no existiera. Es más, el experto en nefrología considera que el estrés posvacacional podría ser "en cierta forma fruto de la vida moderna", del "estilo de vida actual". En esta misma línea indica la compañía aseguradora que la depresión posvacacional se da sobre todo en aquellas sociedades en las que se considera el trabajo como algo negativo, por lo que en las que "se considera el trabajo como algo creativo, con sentido por sí mismo y digno para el ser humano, prácticamente no existe". También explica que es más sufrido en general por las mujeres "por desarrollar actividades en un entorno socio-familiar de mayor presión".

Aún así hay quienes defienden que sí lo es ya que, aunque su causa sea una adaptación fallida a la vida activa, es un problema que afecta al bienestar, no solo físico, sino también psicológico y social. Asimismo argumentan que tiene unos síntomas propios; en general falta de energía o motivación y tristeza, pero en aquellos casos más extremos se puede sufrir depresión, dolor de cabeza, ansiedad, malestar general, temblores, cambios de humor, palpitaciones o sudoración, entre otras cosas.

A pesar de todo, el doctor Lavilla recuerda que no existe un acuerdo entre la comunidad científica sobre la existencia real o no de este síndrome y, por tanto, no se puede decir que el síndrome posvacacional es una enfermedad como tal. Pero esto tampoco significa que no exista.