Salud Bienestar

Un investigador de la malaria celebra el éxito de la vacuna



    SEATTLE, EEUU (Reuters) - Para Joe Cohen, científico investigador de GlaxoSmithKline que pasó 24 años intentando crear la primera vacuna contra la malaria, el 18 de octubre del 2011 quedará marcado como un gran día.

    "Hubo muchas idas y vueltas y momentos en los que pensé '¿podemos hacerlo? ¿debemos continuar? ¿o simplemente es demasiado difícil?'", dijo a Reuters el experto, mientras se presentaban los datos sobre su exitosa vacuna RTS,S en una conferencia internacional sobre malaria en Estados Unidos.

    "Pero hoy me siento genial. Éste es el sueño de cualquier científico; ver el trabajo de tu vida realmente traducido en un medicamento (...) que puede tener este gran impacto en la vida de las personas. Tengo mucha suerte", aseguró.

    Los datos sobre la etapa final del ensayo clínico sobre la RTS,S, también conocida como Mosquirix, demostraron que reduce a la mitad el riesgo de los niños africanos de contraer malaria, lo que puede convertirla en la primera vacuna victoriosa ante la mortal enfermedad.

    Si bien los científicos dicen que no es un "remedio milagroso" y no pondrá fin por sí misma a la infección causada por el mosquito, el producto es considerado un arma crucial para la lucha contra la malaria que podría acelerar el camino hacia una eventual erradicación de la enfermedad.

    La malaria la causa un parásito presente en la saliva de los mosquitos. La enfermedad causa la muerte de más de 780.000 personas por año, en su mayoría bebés o niños muy pequeños en África.

    La vacuna de Cohen comienza a funcionar en el punto en que el parásito entra en la sangre humana después de la picadura de un mosquito. Al estimular la respuesta inmune, puede evitar que el parásito madure y se multiplique en el hígado.

    Sin esa respuesta, el parásito vuelve a entrar en el torrente sanguíneo e infecta a los glóbulos rojos, provocando fiebre, dolor corporal y, en algunos casos, la muerte.

    Aunque el trabajo científico de Cohen se desarrolló principalmente en Bélgica, donde administra un laboratorio de GSK, las últimas etapas de los ensayos de la RTS,S se realizaron en África, el lugar más afectado por la malaria.

    En sociedad con la Iniciativa para una Vacuna contra la Malaria (MVI por sus siglas en inglés) de la organización sin fines de lucro PATH, GSK realizó el mayor experimento médico en el continente, con la vacuna probada en cerca de 16.000 niños en siete países.

    Cohen dijo que si todo sale según lo previsto, RTS,S podría ser patentada y distribuida en 2015.

    EXAMEN DE CONCIENCIA

    Al recordar el largo y lento desarrollo de la vacuna, el biólogo molecular de 68 años se ríe de lo ingenuo que fue cuando aceptó la ardua tarea por primera vez.

    Era el 1 de abril de 1987 cuando su jefe en la compañía farmacéutica, entonces llamada Smith, Kline & French, le pidió encabezar un programa de investigación sobre una vacuna contra la malaria, justo después de que una inmunización experimental en etapa inicial había fracasado en una prueba.

    "Desafortunadamente, no fue un gran éxito. Sólo un voluntario entre varios que fueron vacunados quedó protegido. Por eso, después de algo de optimismo, hubo una especie de examen de conciencia", afirmó.

    "Realmente no sabía mucho sobre la malaria, aparte de la enorme responsabilidad médica que representaba. Pero sentí que estaba asumiendo un enorme desafío científico y eso era emocionante para un científico relativamente joven", añadió.

    También le atraía la idea de hacer algo significativo en términos de salud global.

    Un cuarto de siglo más tarde, Cohen dijo que "nunca soñó que iba a tardar tanto tiempo".

    Fue prudente al destacar que éste es sólo el primer paso, al igual que algo nuevo para el mundo. GSK, MVI y otros grupos de investigadores y laboratorios ya están trabajando en nuevas generaciones de vacunas y en otras formas de fabricar dosis contra la malaria, con las que esperan mejorar la tasa de éxito de la RTS,S, actualmente cercana del 50 por ciento.

    "El trabajo no está terminado, eso es seguro", enfatizó.