Salud Bienestar

Virus que pueden matar el cáncer: esta investigación española busca acabar con un raro tumor infantil

Virus.

Alicia Sánchez Romero

Las terapias contra el cáncer avanzan cada vez más rápido. Sin embargo, no es habitual encontrar en el arsenal terapéutico organismos vivos caracterizados por atacar el cuerpo humano, como los virus.

Ahora, una investigación pionera de la Clínica Universidad de Navarra, liderada por las doctoras Marta Alonso y Ana Patiño, se propone usar dos virus como tratamiento contra el osteosarcoma, un peligroso cáncer infantil: el Delta D24 RGD, que mata selectivamente la célula tumoral, y el AAV-IL12, que puede activar la respuesta inmune frente al tumor. Se trata de una combinación que no se ha ensayado nunca hasta ahora y que todavía tiene que probarse en modelos animales.

"Los virus en sí mismos tienen capacidad oncolítica, es decir, son capaces de matar células. El truco está en conseguir que entren en las células del tumor selectivamente; de manera que no entren en las normales, pero sí en las tumorales, y acaben matando a las dañinas", explica Patiño a este medio.

Según la investigadora, este y otros virus pueden considerarse herramientas como la quimioterapia y la radioterapia. "Tienen una capacidad dual: pueden matar células cancerígenas y, por otro lado, son capaces de llamar al sistema inmune del paciente para que actúe", ha detallado.

La técnica de investigar virus para acabar con células tumorales no es nueva y ya se ha llevado a la clínica en otros escenarios, sobre todo en tumores cerebrales infantiles. Por tanto, la novedad reside en esta combinación única y en el foco sobre el osteosarcoma.

De hecho, el Delta?D24?RGD ha sido utilizado ya en este centro en pacientes pediátricos con un cáncer cerebral que tiene una supervivencia del 0%, los tumores difusos del tronco del encéfalo. En concreto, ya se han tratado a 12 pacientes a los que se inyectó este organismo en el cerebro durante la cirugía. Cabe aclarar que se trata de un fase I, ya que solo se ha evaluado la seguridad. Con todo, al haberse observado también mejoras en la supervivencia, ya han dado comienzo los trámites para iniciar la fase II de los ensayos.

Preguntada sobre por qué esta nueva investigación que van a poner en marcha se dirige al osteosarcoma, la científica argumenta que es un cáncer raro y con un pronóstico muy malo, con pocas opciones de tratamiento. "Es muy difícil trabajar con el hueso y, además, cuando se diagnostica ya está en estado metastásico", ha asegurado. Otra razón es que su laboratorio posee modelos animales muy buenos de osteosarcoma.

Además, el tratamiento de esta enfermedad no ha cambiado en los últimos 30 años y se centra principalmente en quimioterapia y cirugía. "Son pacientes que no responden a radioterapia, por lo que las armas son limitadas", asegura Patiño.