Salud Bienestar
Alerta alimentaria: el aceite inmovilizado en Extremadura es una mezcla de aceite lampante con aceites refinados
- Se han inmovilizado 68.000 litros de diferentes marcas
Carmen Apolo
Mérida,
La Dirección General de Salud Pública ha recibido los primeros resultados de los análisis de aceites en relación con la alerta alimentaria por posible fraude. La muestra analizada, según los parámetros estudiados, es mezcla de aceite lampante con aceites refinados. Las muestras las ha analizado el laboratorio Agroalimentario de Extremadura, en este caso de la marca "Cortijo del Oro". Este resultado supone un delito contra la salud pública y se dará traslado a la justicia.
En relación con la alerta alimentaria por posible fraude al comercializarse aceite de oliva virgen extra, la Dirección General de Salud Pública comunica que hasta el día de hoy se han inmovilizado unos 68.000 litros de diferentes marcas.
El aceite lampante es un aceite defectuoso, bien por la calidad de la aceituna o por el proceso de elaboración, es un aceite no apto para el consumo humano según la normativa europea y tradicionalmente se ha utilizado como combustible para las lámparas de aceite.
Es un aceite bastante ácido que supera los 2º recomendados, por lo que de ni el olor ni el sabor son agradables, por eso no lo venden en ningun supermercado.
Además de las nueve marcas identificadas Acebuche, Virgen del Guadiana, Cortijo del Oro, La Campiña de Andalucía, Galiaceite 2022, La Abadía, Villa de Jerez, Don Jaén Aceite 2019 e Imperio Andaluz y ya comunicadas, los veterinarios y farmacéuticos del Servicio Extremeño de Salud han identificado dos nuevas marcas, "La Esmeralda" y "Vareado", tanto en el Área de Salud de Badajoz como en la de Mérida.
Hasta el día de la fecha no hay identificada la presencia de un riesgo para la salud derivado del consumo de aceites comercializados objeto de la alerta de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), al tratarse de un fraude por una mezcla de aceites con calidades que no se corresponden con el tipo de aceite que aparece en la etiqueta de los envases, e incluso, en el caso del aceite analizado con un aceite no apto para consumo humano.