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Una farmacéutica explica por qué la ectoína es el activo que necesitas en tu rutina facial: "Actúa formando un escudo protector alrededor de las células cutáneas"
- "La ectoína es un activo extraordinario para fortalecer la barrera cutánea y combatir el envejecimiento prematuro"
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Carolina Cuesta
En el mundo de la cosmética facial, la investigación constante ha permitido descubrir activos con propiedades excepcionales para la piel. Entre ellos, la ectoína se ha consolidado como un ingrediente estrella gracias a su capacidad de proteger, hidratar y reparar la barrera cutánea. Por sí mismo es un ingrediente muy potente, pero utilizado en combinación con otros activos, se convierte en un verdadero escudo celular para la piel.
La complejidad de su funcionamiento y su particular procedencia tienen efectos globales para mejorar su salud. "Gracias a su capacidad de estabilizar estructuras celulares e hidratar en profundidad, la ectoína es un activo extraordinario para fortalecer la barrera cutánea y combatir el envejecimiento prematuro", explica Rocío Lajarín, CEO de Alma Secret y Doctora cum laude en Farmacia.
¿Qué es la ectoína y por qué es tan especial?
La Ectoína es una molécula de origen natural perteneciente al grupo de los extremolitos, compuestos sintetizados por microorganismos halófilos que sobreviven en condiciones extremas, como desiertos salinos o fuentes hidrotermales. Su función en estos organismos es la de estabilizar estructuras celulares y protegerlas contra el estrés ambiental, un mecanismo que se ha logrado trasladar exitosamente al cuidado de la piel.
"Desde un punto de vista bioquímico, la ectoína actúa formando un escudo protector alrededor de las células cutáneas, evitando la desnaturalización de proteínas y lípidos esenciales", explica la Dra. Lajarín. A nivel dermatológico, la ectoína ha demostrado ser un activo multifuncional con beneficios clave:
- Hidratación prolongada: Ayuda a mantener el equilibrio hídrico de la piel, reduciendo la pérdida de agua transepidérmica.
- Propiedades antiinflamatorias: Reduce la irritación y el enrojecimiento, siendo ideal para pieles sensibles o reactivas.
- Protección celular: Minimiza el daño causado por la radiación UV, la contaminación y otros agentes externos.
- Reparación cutánea: Favorece la regeneración celular, acelerando la recuperación de la piel tras agresiones externas.
Ectoína y ceramidas: fortaleciendo la barrera cutánea
La combinación de ectoína y ceramidas ofrece una sinergia altamente efectiva para restaurar y mantener la barrera cutánea. Mientras que las ceramidas, como lípidos esenciales del estrato córneo, desempeñan un papel fundamental en la retención de la humedad y la protección frente a agresores externos, la Ectoína previene su degradación prematura, fortaleciendo la piel, mejorando su capacidad de autorregeneración y reduciendo significativamente su sensibilidad. Esta combinación es ideal para pieles secas, atópicas o con tendencia a la irritación.
Ectoína y colágeno: el dúo antiedad definitivo
El envejecimiento cutáneo está marcado por la pérdida de colágeno, una proteína estructural clave que aporta firmeza y elasticidad a la piel. La ectoína, gracias a su potente acción antioxidante y protectora frente al estrés oxidativo, ayuda a preservar la integridad del colágeno existente y a prevenir su degradación prematura causada por factores externos como la radiación UV y la contaminación.
Cuando se incorpora ectoína en formulaciones con péptidos de colágeno, se potencia el efecto reafirmante y redensificante, promoviendo una piel más tersa y con menor profundidad de arrugas. Además, al mejorar la capacidad de retención de agua en la dermis, se consigue un efecto de relleno natural que aporta un aspecto más joven y saludable.