El pleno del Parlamento Europeo votó ayer una resolución en la que pide a los Veintiocho que comiencen a "reforzar la segunda fase de sanciones y estar preparados para la tercera fase -que incluiría la aplicación de sanciones de carácter económico-, que deberán aplicarse de inmediato".En concreto, reclaman sanciones contra empresas de energía rusas y sus sociedades filiales, así como también contra las inversiones y activos rusos en territorio de los Veintiocho. Asimismo, la Eurocámara pide que todos los acuerdos firmados entre la Unión Europea y Rusia sean revisados para su posible suspensión. Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, envió ayer al presidente ruso, Vladímir Putin, una carta en la que le requirió que se abstenga de cortar el suministro de gas a Ucrania y a Europa, tal y como amenazó la pasada semana. Barroso respondía de ese modo a la misiva enviada por Putin a 18 líderes europeos, el 10 de abril, de que él no fue destinatario. A pesar de ello, el presidente recordó al presidente de Rusia que los contratos de suministro se realizan entre las empresas europeas y Gazprom y que, por lo tanto, "es responsabilidad de Gazprom garantizar el suministro de los volúmenes requeridos acordados en los contratos de suministro". Intereses mutuos Además, en palabras de Barroso, "a Rusia le interesa seguir siendo un suministrador fiable". Las "relaciones tienen que basarse en la reciprocidad, en la no discriminación, en la apertura a la competencia y en la cooperación para asegurar la seguridad en la distribución y el tránsito de la energía", planteó el presidente de la Comisión Europa. "Por lo que se respecta a la referencia en su carta a la posibilidad como último recurso de cesar por completo o parcialmente el suministro de gas, en caso de una supuesta nueva violación de las condiciones de pago por parte de Ucrania, le pedimos firmemente que se abstenga de tales medidas", dijo José Manuel Durao Barroso.