Exportaciones agroalimentarias: vector fundamental del sector exterior en España
Jaime Palafox, Ignacio Atance
Recientemente presentábamos desde Cajamar el informe anual sobre la Evolución de las Exportaciones Agroalimentarias elaborado por quinto año consecutivo. El informe proporciona un amplio análisis del comportamiento exportador del sector agroalimentario español, con su evolución por productos y destinos, y una comparativa con los principales países competidores. La publicación pone el foco en los resultados del año 2024 pero incorporando también series históricas a 5 y 10 años. De esta forma, no solo se interpretan los datos de coyuntura, sino que se pueden extraer conclusiones estructurales sobre el papel de las exportaciones agroalimentarias como columna vertebral del sector exterior español.
Así en 2024, las exportaciones agroalimentarias alcanzaron los 74.231 millones de euros, lo que representa cerca del 20% del total de las exportaciones españolas de bienes. Este dato es especialmente destacable si se considera que el conjunto de las exportaciones creció, en términos interanuales, un 0,1%, mientras que las agroalimentarias lo hicieron un sólido 5,9%, muy por encima por tanto del promedio de las ventas exteriores de la economía española.
Este patrón se repite cuando se analizan periodos más largos. En los últimos cinco años, las exportaciones agroalimentarias crecieron de media un 7,8 % anual, frente al 5,7 % del total de bienes. A su vez, en los últimos diez años, el agroalimentario ha crecido de media al 6,8 % frente al 4,8 % general.
Además, la balanza comercial agroalimentaria arrojó un superávit de 18.449 millones de euros en 2024, la cifra más elevada registrada hasta la fecha. Frente a sectores con mayor visibilidad como el automóvil, con un superávit de 8.588 millones, el agroalimentario no solo es el que más aporta con diferencia al sector exterior, sino que más que dobla su contribución neta al siguiente sector, que precisamente es el automóvil.
La conclusión es clara: el sector agroalimentario no solo es un pilar fundamental del sector exterior del país, el mas importante de todos los sectores exportadores de bienes sino que además gana cada vez más peso.
A lo largo de los últimos veinte años, el crecimiento de las exportaciones ha sido constante. A principios del siglo XXI, el saldo comercial agroalimentario español era prácticamente neutro, hasta 2009 no superó los 1.000 millones de euros positivos y fue en 2016 cuando se situo por primera vez por encima de los 10.000 millones de superávit. En 2004, las exportaciones agroalimentarias apenas superaban los 20.000 millones de euros. Hoy, casi cuadruplican esa cifra. En paralelo, el peso del sector en el conjunto de las exportaciones ha pasado del 12 % al 19 %. Un claro caso de éxito.
Principales Mercados
A diferencia de los dos años anteriores, en 2024 se recuperan las exportaciones agroalimentarias a mercados de fuera de la Unión Europea que crecen un 9,5% interanual frente al 4,1% que aumentan las ventas dentro de la Unión.
Destacan en este sentido como mercados con mayor crecimiento anual en términos absolutos Italia, +915 millones (+13%), sin duda influida por las mayores ventas de aceite de oliva: Estados Unidos, +628 millones de € (+21%); Portugal +274 millones (+4%); Francia +239 millones y +2%; y, Argelia +224 millones (+3.338%) donde se recuperan casi la totalidad de las ventas tras el desplome provocado por el conflicto diplomático en 2022.
Estos datos prueban la importancia de la geopolítica en la evolución de las exportaciones como vemos en el caso de Estados Unidos, tan de actualidad, o Argelia cuyo fin del conflicto ha supuesto la recuperación de mas de 200 millones en un solo año. Por otro lado, se observa una evolución positiva en algunos mercados como Australia o Estados Unidos donde la presencia de España ha sido tradicionalmente inferior a la de nuestros competidores, lo que es un hecho positivo a resaltar.
En el análisis a medio plazo y tomando como referencia las tasas medias de crecimiento en porcentaje en los últimos diez años son los envíos a algunos países Terceros los más destacados. Así, Marruecos +19% lidera el crecimiento junto a países de Extremo Oriente como Filipinas +14%, China +13 o Corea del Sur +12%.
Este dato, y pese a un cierto cambio de tendencia en los últimos años sigue poniendo en valor el impacto positivo que ha tenido en las exportaciones agroalimentarias españolas el crecimiento económico de los países de Extremo Oriente, siendo protagonista del boom exportador de sectores como el porcino que han mas que duplicado sus ventas exteriores en los últimos años.
Estados Unidos: un mercado especialmente relevante en 2024
El caso de Estados Unidos merece un análisis específico por razones obvias. En 2024, las exportaciones agroalimentarias a este país crecieron un notable 21,4 %, alcanzando los 3.570 millones de euros. Esto lo convierte en el sexto destino global de nuestras exportaciones, el segundo extracomunitario tras Reino Unido, y como ya señalado, el mercado con mayor crecimiento absoluto interanual después de Italia. De hecho, el incremento de las ventas en EEUU supuso el 29% del aumento de las exportaciones a terceros países en 2024.
El impulso vino principalmente del aceite de oliva, cuyas ventas superaron los 1.000 millones de euros (+58 %) pero también crecieron con fuerza otros productos como el vino (335 millones), aceitunas y conservas vegetales (247 millones), artículos de confitería (156 millones) y quesos (121 millones).
La balanza comercial agroalimentaria con Estados Unidos es positiva en más de 1.500 millones de euros, mientras que el saldo total de bienes es deficitario siguiendo el patrón de las exportaciones a nivel general.
A medio y largo plazo, las exportaciones agroalimentarias españolas han crecido a ritmos del 10 % anual desde 2014, lo que confirma una tendencia sólida y pese a las restricciones al comercio planteadas por la anterior Administracion Trump seguidas con un tono mas suave en la presidencia de Biden.
A pesar de ello, nuestras ventas agroalimentarias a ese país siguen por detrás de las de Italia (7.831 millones) y Francia (5.693 millones) en valor exportado. Esto sugiere todavía un amplio margen de crecimiento, especialmente en segmentos de alto valor añadido -specialty food- que suponen cerca de dos tercios de las importaciones agroalimentarias europeas en este país.
España frente a los grandes exportadores agroalimentarios europeos
Como indicábamos, el informe ofrece también datos comparativos respecto al resto de grandes economías exportadoras europeas en el ámbito agroalimentario. El crecimiento de las exportaciones agroalimentarias de España, con un 5,9%, solo es superado por Italia (7,8 %), presentando cifras inferiores en Países Bajos (5,8 %), Alemania (4,5 %) y Francia (0,4 %).
Si analizamos las tendencias a medio y largo plazo, España es, de nuevo, por detrás de Italia, el país que más crece en los últimos diez años. Así, Italia lidera el crecimiento, con un 7,3%, seguido de cerca por España, con el 6,8%. Detrás se sitúan Países Bajos (5,2 %), Alemania (4,1 %) y Francia (3,5 %). De hecho, si se mantuvieran en los próximos años los mismos ritmos de crecimiento para ambos países, España se situaría en 2026 por delante de Francia, lo que supondría todo un acontecimiento.
Principales subsectores exportadores
Pasando al análisis de los principales productos agroalimentarios exportados por España, si tomamos como base las principales partidas agroalimentarias exportadas en 2024, aceite de oliva recupera el primer puesto después de cuatro años y tras un espectacular incremento interanual del 48% seguido por carne de porcino, cítricos, pimientos, berenjenas y calabacines y vinos.
Agrupando las partidas por categorías para un análisis sectorial vemos que, un año más, frutas y hortalizas lidera el ranking con 18.375 millones, seguidas por el sector porcino con 8.793 millones, aceite de oliva, en tercer lugar con 6.580 millones, pescados y mariscos el cuarto con 3.789 millones, siendo el quinto lugar para el sector del dulce -panadería, confitería, galletas y chocolate- con 3.787 millones, por delante del vino.
Destaca en 2024 el espectacular incremento de las exportaciones de aceite de oliva +46%. Otro sector que sube es "Panadería, confitería, galletas y chocolate" +9% mientras el resto de los principales sectores presentan cifras más discretas: frutas y hortalizas +3%, vinos +2%, mientras que porcino, por primera vez en los últimos diez años, y pescados, caen al 2% y 3% respectivamente.
En el medio plazo los sectores que presentan mejores cifras son el porcino y el aceite de oliva, con tasas medias de crecimiento a diez años del +9% y +8%, respectivamente. Otros sectores relevantes en su crecimiento en la última década, aunque con cifras absolutas inferiores son "Panadería, galletas, confitería, turrones y chocolates", "Concentrados de proteínas" y "Conservas de pescado y marisco" todos con tasas del 10%, así como carne bovina, sector que presenta el mejor dato en este periodo con un crecimiento del 12%.
En cuanto al resto, frutas y hortalizas cuenta con un dato por debajo de la media +5%, mientras vinos y conservas vegetales (sin aceitunas) con presentan los datos más discretos con un 2% de tasa media anual.
Esto se refleja en la evolución de la composición de las exportaciones agroalimentarias donde Frutas y Hortalizas pasa de suponer el 30% del total en 2014 al 25% en 2024 mientras, por el contrario, Porcino pasa del 10 al 12%. Vinos también desciende de forma importante desde el 7 hasta el 4% siendo el resto de incrementos absorbido por otros sectores.
Conclusión: sector en crecimiento con desafíos importantes
El balance de las exportaciones de 2024 confirma que el sector agroalimentario español sigue creciendo de forma vigorosa tanto en términos de volumen, valor y diversificación en productos y mercados. Su contribución al saldo exterior es fundamental y su dinamismo le convierte en uno de los sectores más resilientes y dinámicos de la economía española.
Sin embargo, también cuenta con desafíos importantes: impulsar de forma más decidida los productos con mayor valor añadido y la presencia en mercados de mayor crecimiento, además de una creciente exposición a riesgos climáticos, aumento de costes energéticos, riesgos geopolíticos y nuevas exigencias regulatorias ligadas al Pacto Verde Europeo.
Para abordar estos retos, es fundamental reforzar políticas de innovación, digitalización, sostenibilidad, formación y promoción y marketing internacional. La colaboración entre administraciones públicas, empresas y resto de agentes del sector es y será clave para seguir impulsando este crecimiento.