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Ver cómo un halcón devora a un murciélago: lo último en turismo excéntrico cala en EEUU

  • Las exhiciones de aves rapaces se han convertido en un "enorme negocio"
  • Grandes resort de lujo organizan exhibiciones para atraer al turismo de élite
  • Acuden estusiastas de las aves, pero también publico general e incluso "borrachos"
Un evento cetrero en Rosewood Sand Hill, California / WSJ

Luis M. García

Grandes resort de lujo en todo el mundo, pero sobre todo de Estados Unidos, están adoptando una nueva opción como reclamo para atraer turistas, elitistas, eso sí; que consiste en ofrecer actuaciones de rapaces que incluso cazan en directo.

Esta iniciativa está inspirada en algo que es habitual en lugares como Arabia Saudí o Catar, donde las grandes fortunas acumulan rapaces a las que dispensan un trato privilegiado y las exhiben y presumen de ellas sin problema alguno. Allí, dada esta costumbre, comenzaron a realizarse este tipo de exhibiciones de rapaces que después han calado en otros lugares del planeta.

Ocurre, por ejemplo, en el elegante complejo hotelero estadounidense de Rosewood Sand Hill, en Silicon Valley, California , donde la exhición de aves rapaces se ha convertido en un "enorme negocio", según revela The Wall Street Journal.

Los turistas deseosos de ver a estas aves rapaces pueden contemplar en directo en las instalaciones de este lugar a difefentes aves, entre ellas a un búho al que le gusta cazar en público y al que, según dicen en el hotel, le gustan especialmente las despedidas de soltera. El búho se llama Hootbert y sus cuidadores aseguran de él que "se enamora de "las chicas con las camisas escotadas y el cuerpo brillante". La exhibición tiene un precio de 175 dólares por persona.

Los halcones son las aves más demandadas en este lujoso hotel y uno de ellos, Rocky, es popular por haber cazado en directo a un murciélago, hecho que esperan que se vuelva a repetir todos los visitantes desde que acontenció, aunque Rocky aún no lo ha repetido.

Hay entusiastas de la cetrería que incluso recorren todos los hoteles y demás instalaciones que albergan este tipo de actos, estén donde estén, como Brian Landers, un estadounidense natural de Los Ángeles, de 56 años, que tan pronto va a estos eventos en California u otros lugares de EEUU como que lo hace en Irlanda, Dubái o Marrakech, donde también se celebran.

A favor y en contra

Otros organizadores estadounidenses proponen en sus eventos de cetrería atractivos añadidos, como ocurre en los viñedos Bouchaine del Valle de Napa, que ofrecen un evento que ha bautizado como Cetrería en el jardín, en el que los invitados a veces pueden pasear por un campo o viñedo mientras un halcón vuela sobre sus cabezas en busca de roedores, reptiles y otras criaturas", mencionan. Además, la cita incluye una copa de vino.

Estos eventos con aves rapaces son promovidos por escuelas de cetrería autorizadas por el Gobierno Federal de Estados Unidos, por lo que los visitantes pueden incluso tocar legalmente las aves protegidas. En los últimos 30 años han proliferado sobremanera estos actos y ya existen al menos un par de docenas en el país norteamericano.

La asistencia a estas citas de aves rapaces se ha puesto de moda, aunque también hay un amplio sector que está en contra de ellas porque considera que las aves son tratadas como animales de circo. Sin embargo, los entrenadores de los pájaros afirman que es al contrario, que ayudan a estos depredadores a no dejar de serlo.

Calidad del turista

A estos saraos aviarios asisten personas apasionadas de la cetrería, a las que se les presupone un alto nivel adquisitivo, aunque no todos los visitantes están a la altura, ya que también se da cita en los eventos público general que está de vacaciones y topa con la inicitiva. Con estos, como desvelan algunos organizadores, hay que tener cierto reparo porque en demasiadas ocasiones acuden alcoholizados.

The Wall Street Journal cita que el cetrero Joe Dorrian atrapó a una mujer, aparentemente bajo los efectos del alcohol, tratando de abrir la caja de un halcón de cola roja mientras le mostraba a su grupo otra rapaz. Ocurrió en En Columbus, Ohio. "Ella dijo que quería abrazarlo", mantiene Dorrian, director de la Escuela de Cetrería de Ohio, que la espetó: "Tú no haces eso".

Por su parte, la entrenadora Kate Marden, de 86 años, casi llega a las manos con un estudiante de quinto grado después de que este golpeara a uno de sus halcones que volaba a baja altura con su teléfono. "Lo agarré por el cuello, lo acompañé con sus padres y les dije que ya había terminado".

Marden también hulle de "los borrachos" que emiten "vibraciones de asesino en serie". Ha enseñado a sus halcones a entregar anillos de boda a novias y novios, aunque generalmente utiliza anillos falsos por si acaso sus pájaros deciden marcharse y no vuelve a aparecer, que a veces también ocurre.