Chocolate gallego con sabor a mar
- Oxocó nace como marca artesana gourmet para plasmar los aromas característicos de Galicia al fusionar los cuatro elementos: agua, tierra, mar y aire.
Ruth Lodeiro
Galicia,
Galicia sabe a mar, a mar de chocolate, gracias a la idea creativa del artesano chocolatero Tomás Rodríguez que recuperó el sabor del cacao de gran calidad con llamativas y originales mezclas. De esta forma nace Oxocó, marca gourmet de Pontedeume (A Coruña) que comercializa chocolate con sabor a alga-percebe, a eucalipto o crema de orujo.
Al autor la inspiración le viene de su infancia en Valdoviño, la casa de sus abuelos donde le quedaron grabados los aromas característicos de la costa de Ferrolterra. Junto al obrador de la panadería Patricio, en el corazón de la villa histórica de Pontedeume, está el centro de operaciones de Oxocó, una marca que bebe del producto de calidad y autóctono, pero que no descuida la innovación para sorprender con sus sabores.
Uno de sus socios, Tomás Rodríguez explicó a El Economista que su producto principal, el cacao, se adquiere por las vías habituales del comercio justo y con "origen único", para después "mezclarlo con sabores de aquí" y lanzar un producto único local que no deje indiferente a nadie.
Junto a su pareja Almudena, de profesión nutricionista, sacaron una primera serie de seis sabores gallegos: Atlántico (alga-percebe), Terra (eucalipto), Cremiño (chocolate con leche tostada con sabor a crema de orujo, Nai ( pan de masa madre acidez de su miga y el crujiente de su corteza).
La Ruta Jacobea también tienen su hueco en una de estos sabores. Bautizado con el nombre de Camiño, lleva almendra marcona tostada, limón y canela como guiño a la tradicional tarta de Santiago. Finaliza esta serie el Millo, elaborada con harina de maíz amarillo cuyo sabor recuerda al de una galleta.
Experiencia probada
Ambos cuentan con experiencia en establecimientos reconocidos de pastelería o restauración en la Comunidad Valenciana y Cataluña, y ahora de regreso a sus orígenes para cumplir con su sueño. El horno eumés les ha ayudado a dar el pistoletazo de salida a un proyecto que empezó a gestarse hace algo más de dos años.
En la actualidad, trabajan inmersos en abordar nuevos sabores con la leche de vaca como principal ingrediente pero destacando sus diferentes matices. Su presentación oficial está prevista antes de que finalice el año. Tomás Rodríguez considera que estos "son productos que nos identifican, sabores que hasta ahora tampoco había en el mercado", y la reacción es positiva, entre los clientes.
Ese espíritu de proximidad se mantiene incluso en las cajas, elaboradas por una firma de Lugo, e impera el respeto al trabajo a los agricultores que cuidan del cacao que se emplea para este producto. Los inicios de su trayectoria profesional están en Neda, el templo del pan en la comarca de Ferrolterra. De ahí dio el salto a Compostela y más tarde se lanzó al Mediterráneo.
Allí pasó de una reconocida pastelería de Alicante a un proyecto vinculado al helado gourmet, y en Cataluña recaló en otra pastelería y también tuvo tiempo para sumarse a una multinacional del chocolate, donde se acabó de encender la bombilla para el nacimiento de Oxocó.