Retail - Consumo
La alternativa a reutilizar y reciclar los cubiertos: cómetelos
- La idea surgió a raíz de la prohibición de los plásticos de un solo uso en la UE
- Voilà y Gloop ofrecen cucharas, tenedores, cuchillos y hasta pájitas comestibles
- Sorbos es una firma especializada únicamente en pájitas de sabores
Luis M. García
El 3 de julio de 2021 entró en vigor la Directiva europea que se aprobó en 2019 para luchar contra la contaminación por plásticos, que prohíbe la venta de artículos de plástico de un solo uso: pajitas, bastoncillos, cubiertos o platos de plásticos, entre otros.
En España fue el 18 de mayo de ese año cuando el Consejo de Ministros aprobó el proyecto de Ley de Residuos y Suelos Contaminados, dirigido a impulsar una economía circular, que restringe los plásticos de un solo uso y la introducción en el mercado de ciertos productos e incorpora impuestos dirigidos mitigar la generación de residuos.
De esta manera, quedaban prohibidos en la Unión Europea los cubiertos de plástico de un solo uso: tenedores, cucharas, cuchillos, palillos, platos y pajitas, además de palitos y bastoncillos. El objetivo pasa por combatir a los plásticos y utilizar alternativas.
Y una de esas alternativas a los cubiertos de plástico de un solo uso es que estos utensilios sean alimentos y podamos comérnoslos. Así lo pensaron varias firmas españolas que comercializan cubiertos comestibles.
Voilà, un proyecto de fin de carrera
Con esa idea surgió Voilà, de la mano de Laura Gispert, su fundadora. Estudiaba diseño y se tomó la iniciativa como parte de su proyecto de fin de carrera. Voilà se creó en Barcelona, donde mantiene su sede, y fue la primera en llegar al sector de los cubiertos comestibles.
Voilà es capaz de fabricar hasta un millón de cubiertos al día a base de harina arroz. Comenzaron con las cucharas y ahora la firma es capaz incluso de personalizar los sabores y colores de los utensilios en función de las preferencias de cada cliente, tanto cucharas como tenedores y cuchillos.
Loc cubiertos comestibles de Voilà cuestan entre 5 y 8 céntimos y el negocio marcha a buen ritmo. La empresa no dispensa sus productos en liniales, sino que trabaja con pedidos de otras empresas que van desde restaurantes y hoteles a compañías aéreas.
Gloop, la idea de Marta y Hernán
Por su parte, Gloop es la materialización de una idea de Marta y Hernán, dos jóvenes emprendedores convencidos de que a través de los utensilios comestibles es posible "cambiar el consumo de plástico y conseguir un mundo con menos residuos".
Gloop nació en 2020, el año de la pandemia, con un ambicioso objetivo: "Queremos cambiar los hábitos de las empresas que están tomando decisiones sin tener en cuenta el planeta. También queremos demostrar que la sostenibilidad puede ser muy divertida".
Esta firma surgió en Madrid y ofrece utensilios que se pueden comer, como cucharillas de galleta y chocolate que, como los productos de Voilà, tiene un precio que va de los 3 a los 8 céntimos por unidad. También venden pajitas de fresa, limón, vainilla, chocolate y menta entre 6 y 9 euros, aunque el ingrediente con mayor protagonismo es la harina de arroz, además de otras harinas sin gluten, puesto que también se han adaptado a las necesidades de las personas celíacas y veganas.
Sorbos, expertos en pajitas
Con la idea de que "nuestro producto y filosofía de negocio sostenible y eco-responsable no pasan desapercibidos para los medios", surgió también Sorbos, que se dedica en exclusiva a las pájitas y desde la empresa aseguran que cuentan con "la única pajita comestible, aromatizada y 100% biodegradable que puedes usar, morder y disfrutar".
"Generamos productos con un propósito para sustituir a otros que son un despropósito, como los plásticos de un solo uso. Experiencia/conciencia son dos caras de una vida responsable y llena de momentos de placer. Nosotros lo llamamos ECO-TASTING" y eso se plasma en "una deliciosa pajita comestible", que en su caso salen por diez céntimos la unidad.
Sorbos fue fundada por Víctor Manuel Sánchez y ofrece pájitas que aguantan unos 40 minutos en bebidas frías. El negocio funciona, hasta el punto de que se ha trasladado a una nave de 1.500 metros cuadrados en Montornès del Vallès, en Barcelona. En Sorbos se pueden elegir pajitas de fresa, lima, limón, jengibre, canela, chocolate, manzana verde, tropical, vainilla, café y neutro.