Retail - Consumo

Jägermeister, el potente licor alemán que no incluye sangre de ciervo

  • Se elabora con 56 hierbas y otros ingredientes, aunque su fórmula es secreta
  • En la II Guerra Mundial fue usado por los nazis como analgésico y desinfectante
  • Fue la primera marca en figurar en la camiseta de un equipo de fútbol
Botellas de Jägermeister

Luis M. García

Es un licor de hierbas, pero nada tiene que ver con los que se elaboran en Galicia y en otros puntos de España. Atesora también un alto contenido alcohólico, el 35% de su volumen, y no se parece ni en el sabor ni en el color, que es verde intenso en el caso de los productos españoles y de un marrón brillante en la bebida alemana. En lo único que coinciden, y solo en parte, es en su composición a base de hierbas, aunque en Alemania 'adornan' Jägermeister con otros ingredientes hasta decir basta.

Y es que Jägermeister se elabora con hasta 56 hierbas diferentes, varias frutas, especias y raíces de origen oriental, pero también lleva anís, regaliz, jengibre y bayas de enebro, asegura la marca que, sin embargo, mantiene en secreto la fórmula del licor, como si de Coca-Cola se tratase. La empresa solo desvela que todos esos ingredientes se muelen y se maceran en agua y alcohol durante dos o tres días. La mezcla se filtra después y, como el vino, se almacena en barricas de roble en este caso durante un año. Pasado ese tiempo vuelve a filtrarse la mezcla y se le añade azúcar, caramelo y agua, se filtrar una vez más y se embotella. Con ello se consigue un sabor dulce pero con un toque amargo.

Lo cierto es que Jägermeister es un licor temido incluso por quienes lo consumen de manera habitual, ya que abusar de él tiene siempre consecuencias. Esta bebida en principio digestiva es bastante indigesta para muchos. El 'maestro de caza' que es la traducción de su nombre suele consumirse en chupitos, por botellitas o bien mezclado, como cualquier otro combinado, aunque tiene una versión extrema que se conoce como jägerbomb, que no es otra cosa que Jägermeister combinado con Red Bull, toda una bomba no apta para cualquiera.

Otro cóctel algo más light a base de Jägermeister es el Monster Energy Ripper, que lleva un 50% de zumo de frutas tropicales. En todo caso, según la página web de Jägermeister, el licor ha sido elaborado para ser consumido sin mezcla alguna.

El licor ha de tomarse extremadamente frío. La marca insiste en que "la mejor forma de disfrutar de Jägermeister es a -18 °C, la temperatura media de un congelador doméstico. Una botella entera tarda un poco en enfriarse cuando está a temperatura ambiente, así que te recomendamos guardar siempre Jägermeister en el congelador".

Receta ultrasecreta

Jägermeister coincide con Coca-Cola en su hermetismo en torno a su receta. Se supone que solo cinco personas en todo el mundo la conocen, aunque también se dice que la receta permanece en una habitación sellada a cal y canto y solo una persona tiene la llave.

Asegura la marca que ni siquiera los trabajadores sospechan la composición del licor y, sobre todo, los porcentajes en que figuran sus ingredientes, solo que se mezclan hierbas para hacerlo. Es parte del misterio que rodea a Jägermeister y que ha sido una de sus mejores armas de marketing durante las décadas que atesora el licor.

Es más, la compañía fabricante mantiene que en sus instalaciones no se permiten móviles ni dispositivos de grabación de ningún tipo. Está rotundamente prohibido hacer fotos salvo que las realice la compañía.

¿Un licor nazi?

El licor Jägermeister acumula mitos por doquier, entre ellos que fue creado por los nazis. No es exactamente así, aunque guarda mucha relación con el régimen de Adolf Hitler. Simplemente si tenemos en cuenta que el licor surgió en los años 30 del siglo pasado, su comunión con los nazis resulta inevitable.

Durante la vigencia del Tercer Reich, fue ampliamente popularizado e incluso Hermann Göring, lugarteniente de Hitler, lo promovió entre las tropas de asalto y las juventudes hitlerianas, que consumieron el producto a demanda durante la Segunda Guerra Mundial y lo utilizaron también como analgésico y desinfectante, provocando en ocasiones terribles infecciones en lugar del remedio.

El licor comenzó a comercializarse en Alemania en 1935 con el nombre de Jägermeister, después de que esta palabra fuera introducida un año antes en la Ley de Cacería del Reich, la Reichsjagdgesetz. La palabra se aplicaba a funcionarios forestales y guadabosques dentro de la administración pública alemana. De hecho, Curt Mast, el inventor y destilador original de Jägermeister, era un entusiasta de la caza. Así que cuando el licor fue introducido en 1935, los alemanes ya estaban familiarizados con el nombre.

De la Baja Sajonia al mundo

La ciudad alemana de Wolfenbüttel, en la Baja Sajonia, es la cuna de Jägermeister. La ciudad presume de gran riqueza histórica, pero también de la naturaleza que la rodea. Wolfenbüttel se encuentra cerca de Berlín y allí se ubica la matriz de la empresa que comercializa la bebida: Mast-Jägermeister SE, aunque la marca también dispone de instalaciones en Wittmar, en la Baja Sajonia.

En ambos complejos se fabrica y se embotella este licor, del que se producen cada año cerca de 90 millones de botellas, que se venden en 120 países de todo el mundo. La botella, por cierto, también tiene su leyenda.

Al parecer, y según testimonio de la propia marca, Curt Mast necesitaba una botella que fuera muy resistente, y para encontrar la opción ideal dejó caer varias botellas con formas distintas al suelo de madera de roble de su casa. Todas se rompieron, pero hubo una que no y fue la elegida. Después, esa botella rectangular acabaría convirtiéndose en un símbolo más identificativo de este licor de hierbas alemán.

Ni sangre de ciervo ni burundanga

En la etiqueta de Jägermeister aparece un ciervo y una cruz sobre él, que representa a San Humberto, obispo de Lieja (Bélgica), que fue cazador de ciervos y es el patrón de los cazadores. "Un buen día Huberto, que era cazador, tuvo una visión de un imponente ciervo con una brillante cruz entre las astas. Esta visión lo transformó y a partir de ese momento defendió el respeto a la naturaleza, convirtiéndose en el santo patrón de los cazadores", asegura la marca, que añade que "Curt Mast pensó que esta impactante historia era ideal para su potente licor y adoptó el emblema del ciervo en honor al verdadero Maestro de la Caza".

Lo que es rotundamente falso es que la bebida incluya sangre de ciervo, que es uno de los mitos más populares en torno a este licor y ha sido desmentido por la propia marca. La compañía señala que el mito comenzó en Estados Unidos, donde la bebida se popularizó ampliamente en los años 90. "En cuanto al rumor de la sangre de ciervo, podemos desvelar el misterio: Jägermeister no contiene sangre de ciervo, pero sí 56 ingredientes naturales como hierbas, flores y raíces", cita la web de Jägermeister.

Lógicamente, tampoco incluye burundanga, que es otro de los mitos que se le atribuye al licor en redes sociales, sobre todo porque hay quienes afirman que al día siguiente de consumirlo no se acuerdan de nada de lo que ocurrió el día anterior.

Primer patrocinador de un club de fútbol

Entre las numerosas curiosidades que acumula Jägermeister está que fue la primera marca que figuró como publicidad en la camiseta de un equipo de fútbol, tanto en sis partidos en Alemania como en el resto del mundo.

En 1973 lució Jägermeister en su elástica el Eintracht Braunschweig y además creó precedente, ya que fue imitado después por otros equipos de la Bundesliga. Fue Günter Msst, pionero del marketing deportivo, quien tuvo la idea. Le costó convencer a la Asociación Alemana de Fútbol, pero lo logró hace ahora 50 años.

En un partido del Eintracht Braunschweig en casa contra el Schalke 04, la cabeza del ciervo se estrenó en la camiseta del equipo local y allí se mantuvo hasta finales de 1986. Actualmente la publicidad de Jägermeister ha sido retirada por completo del patrocinio deportivo, como el resto de bebidas alcohólicas.