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Un 75% de las plantaciones gallegas de eucalipto se pueden usar para cultivar alimentos
- Un estudio impulsado por Hijos de Rivera demuestra la viabilidad de cultivos complementarios bajo estos árboles
elEconomista.es
Tres cuartas partes de las tierras destinadas a plantaciones intensivas de eucalipto en Galicia, más de 250.000 de las cerca de 340.000 hectáreas existentes, son susceptibles de ser recuperadas para el cultivo de alimentos usando técnicas de agricultura regenerativa.
Esta es una de las principales conclusiones del estudio desarrollado en el concello de A Laracha durante cuatro años por La Cátedra Hijos de Rivera – UDC de Desarrollo Sostenible y la Fundación Galicia Sustentable con modelos basados en los principios de la agricultura sintrópica para la regeneración de suelos.
El estudio ha demostrado que estas técnicas dan resultados muy notables en la recuperación del suelo en plantaciones intensivas de eucalipto, recuperando su productividad agroalimentaria y que, además, permite cultivos de alimentos complementarios bajo los propios árboles.
El proyecto ha estado liderado por Melania Payán, licenciada en Ciencias Ambientales por la Universidad de Huelva, con la contribución de Noelia López, ingeniera agrónoma por la Universidad de Santiago de Compostela, y de Sergio Quiroga, consejero delegado de la empresa gallega Ecocelta.
La investigación estableció un programa de trabajo centrado en la regeneración de suelos siguiendo principios de sintropía, una forma de manejo agroforestal que se basa en la aceleración de la búsqueda del equilibro, tendencia de la propia naturaleza a evolucionar como un ecosistema, rehabilitando el suelo, aumentando la productividad y su complejidad.
Aprovechamiento de biomasa
Su fase inicial consistió en el aprovechamiento de distintos tipos de biomasa que se aporta como acolchado de las plantaciones para favorecer la presencia de materia orgánica mientras, en paralelo, se ponía en marcha una sucesión de cultivos complementarios en la plantación para la recuperación de macronutrientes fundamentales en la fertilidad del suelo.
El trabajo diario de la propia naturaleza, la secuencia de cultivos y la aportación paulatina de materia orgánica permitieron que a partir del segundo año se apreciasen resultados, tanto en la línea de la regeneración de suelo como, especialmente, en la complementariedad de cultivos. Los análisis mostraron un incremento constante de macronutrientes (sodio, fósforo y potasio) y también el aumento de la presencia tanto del carbono total como de la materia orgánica. Y se constató la viabilidad de la germinación y de los trasplantes.
De esta manera, además de la regeneración del suelo de las parcelas, se consigue tanto cultivar alimento de forma complementaria, como mejorar la biodiversidad gracias a la presencia de distintos cultivos en una misma parcela.