Retail - Consumo

Las bodegas del Penedès retoman contactos para crear una DO propia de espumosos

  • Corpinnat cumple este 2023 cinco años al margen de la DO Cava
El presidente de Corpinnat, Ton Mata. Foto: Luis Moreno.

Estela López

Corpinnat y Classic Penedès han retomado contactos para intentar conformar una nueva DO de espumosos propia del Penedès, según han confirmado este lunes los primeros, nacidos como marca colectiva de la Unión Europea en abril de 2018 y que actualmente agrupa a 11 bodegas del territorio cuna del cava, pero que se escindieron de la DO Cava para apostar por unos requerimientos de calidad más exigentes.

Después de dos años y medio con las negociaciones paralizadas por la pandemia y la falta de consenso en aspectos clave, desde ambas iniciativas han celebrado un par de reuniones en las que también han participado representantes de la Generalitat como oyentes, ha explicado el presidente de Corpinnat, Ton Mata.

Mata ha apelado a la discreción de los contactos, pero ha recordado que para ellos es irrenunciable su requisito de que el reglamento de la nueva DO se aplique al conjunto de las bodegas que la conformen (no solo a algunos productos) e incluya que las bodegas participantes deben elaborar al 100% su propio vino, sin comprar vino base a terceros.

"Si no somos capaces de generar valor no tenemos futuro. Modelos puede haber muchos, puede haber un proyecto común con varias segmentaciones, pero no vamos a renunciar a la parte más alta de la pirámide", ha expuesto en la presentación del balance de Corpinnat en 2022.

En el caso de Classic Penedès, se trata de una denominación que desde 2014 agrupa a elaboradores de espumosos dentro de la DO Penedès, tradicionalmente asociada a vinos tranquilos. Actualmente está formada por 17 bodegas, según su página web.

El formar parte de una DO no es baladí, ya que, por ejemplo, las bodegas de Corpinnat calculan que han dejado de recibir 400.000 euros en ayudas estatales ligadas al impacto del Covid-19 por no ser una DO, y reclaman a las administraciones que se valoren otros criterios como la apuesta por la ecología, la crianza y el precio de la uva a la hora de dar subvenciones.

Las bodegas de Corpinnat comercializaron 2,43 millones de botellas en 2022, un 5,7% más que el año anterior, y facturaron 25,89 millones, un 12% más. Las exportaciones se mantienen a las puertas del 20% (19,4%), aunque sumaron siete nuevos países hasta un total de 63. Las incorporaciones fueron Honduras, Emiratos Árabes, Serbia, Indonesia, Malta, Grecia y Chipre, mientras que el principal mercado para sus ventas en el extranjero es Estados Unidos.

El 84% de las botellas comercializadas tiene una crianza de más de 30 meses, y el 22% tiene 60 meses o más, teniendo en cuenta que los vinos Corpinnat tienen una crianza mínima de 18 meses. Así, el precio medio de la botella fue de 18,55 euros en 2022, un 7% más que el año anterior.

Respecto a la vendimia 2022, la caída de la producción por la sequía (que ya dura dos años y medio) ha provocado que la compra de uva a viticultores externos (con contratos a largo plazo de tres años) creciese un 75% en 2022 hasta 126 proveedores, y que el precio de la uva pagada por las bodegas que conforman Corpinnat alcanzase los 0,89 euros por kilo, dentro de su hoja de ruta de lograr que el precio por kilo llegue a un euro.

Las once bodegas de Corpinnat también apuestan por el enoturismo, que en 2022 se recuperó con un crecimiento interanual del 63% y llegó a cifras similares a las de antes de la pandemia, con 34.528 visitas.